Esta en mi muro ahora mismo. Quizá la historia se desvíe un poco de lo que aquí se trata y pueda disolver la atención, aún así si quieres la pongo aquí. Posteriormente si crees que no corresponde, no sé si se puede eliminar.
"Esta experiencia puede tener partes totalmente inventadas o no, puede ser real o que sólo haya pasado en mi cabeza." - S.
Durante la semana estaba ya nervioso por que llegara el viernes, el tiempo no pasaba y los días se hacían largos y aburridos. Hablábamos mi pareja y yo de cómo sería, de las ganas que teníamos y de lo que queríamos hacer (ella absolutamente nada y yo quería saber cómo iba a ser la fiesta, si iba a ser alocada o aburrida y si iban a molestar mucho los chicos por previas experiencias desafortunadas).
Pues como todo pasa, el viernes llegó. Un viernes lluvioso y algo frío para mi gusto. Al salir de casa a por mi pareja casi muero atropellado mientras cruzaba la calle por un maldito monopatín que iba en dirección contraria. Asco de vida. Ya iba alterado al spa y encima me tocaba conducir por Madrid y encontrar sitio (pleno). Llegamos al spa cerca de las 20h. Mi idea era llegar a las 19h para relajarnos en la sesión de parejas sin preocuparnos por la sesión especial y luego curiosear, pero no pudo ser.
Por fin entramos, junto con al menos 5 chicos esperando a pagar (menudo ambientazo) y con toda la calma, ya en los vestuarios de pareja nos cambiamos. un calor delicioso llenaba el ambiente, era el precursor de lo que estaba por pasar.
Nos metimos en la piscina grande junto con unas 3 parejas, 2 chicos y una chica sola que no paraba de hablar, muy maja y divertida, además se había llevado un juguete para divertirse más todavía (un catalizador social para iniciar una conversación de extrema utilidad). Nosotros a nuestro aire, charlando y acariciándonos en la piscina, primero con las burbujitas y luego con los chorritos. Adoro ver cuerpos desnudos, tanto de hombres como de mujeres, lo veo algo tan natural...
Desde donde estábamos, se veía perfectamente la luz del glory hole encendida y adivinábamos cuando entraban y salían parejas si iban a jugar o habían jugado según la cara que traían. Yo casi notaba los corazones palpitando de la emoción de las personas que entraban con toda la ilusión de poder hacer cochinadas que de normal no se comparte en el día a día. Desde luego que es como un parque de atracciones para adultos.
Llegó el momento de salir de la piscina, secarnos e ir a curiosear qué se estaba cociendo en la sala de abajo donde está el cuarto oscuro con los agujeros. Pues había tal cantidad de gente que no se podía ni pasar. Estaban chicos haciendo cola e imagino alguna chica o pareja dentro del cuarto divirtiéndose a todo lo que da. Menuda decepción para nosotros que sólo íbamos de mirones. No pudimos ver nada y toda nuestra curiosidad seguía latente, queríamos poder ver la interacción de los muchos chicos que esperaban impacientemente a que fuera su turno para meter su miembro en el agujero y poder recibir un momento maravilloso a cambio de entregar una de sus pulseras (algo que me parece muy inteligente por parte de la gestión del spa para incentivar la interacción, mi gratitud y veneración por ello)
Nos salimos a dar una vuelta por el resto del recinto olvidándonos completamente de la parte de arriba (luego nos enteramos que había otra sala con más agujeros y nos arrepentimos muchísimo de no haberla visto antes) Como no somos de interactuar con nadie, R, decidió por algún motivo que ese día era el primer día para empezar a beber y se pidió un mojito xDDDDDD. Se le soltó la lengua definitivamente. Yo me pedí una coca cola. Cuando se tomó todo el mojito, decidimos que le iba a dar uno de los masajes tan relajantes y placenteros que le gustan recibir a ella. Nos metimos en la sala y empezamos el ritual relajante con un aceite de aromaterapia de mandarina. Una delicia cómo mis manos sentían cada centímetro del cuerpo de R. Primero por su espalda, intentando suavizar unas contracturas que la pobre tiene y le molestan, luego las piernas y los glúteos, haciendo especial masaje en los gemelos para relajarlos.
Mientras masajeaba, chicos solos miraban a través de la rendija de la puerta de cristal opaco, con demasiado respeto como para molestar. Algunos con más decisión abrían la puerta mientras se masturbaban mirando cómo daba el masaje y esperaban con esperanza poder participar. R. nunca dejaría que un desconocido la tocase (o eso pensaba). Teníamos público que entraba, veía que el masaje era muy light y se iba. En cierto punto, entró una pareja preguntando así con un gesto de cabeza si podían quedarse y participar y les dije que no con otro gesto de cabeza. Yo sabía que R. No lo permitiría nunca!
Le dije de darse la vuelta y empecé a masajear el torso y los pechos, los brazos, las piernas y los muslos por fuera y dentro sin llegar a rozar con el aceite su vulva, ya se encargaría mi lengua de esa parte tan especial más adelante.
Le comenté que había entrado una pareja antes preguntando si queríamos compañía y que les había rechazado amablemente. Me dijo que no le importaba que participaran en un masaje a 6 manos. (Quién eres tú y qué has hecho con R. pensé sorprendido). Le dije entonces que a la siguiente pareja les dejo hacer sin saber la que se venía encima.
Continué con el masaje y ella con la lengua suelta contandome no se qué de cafeteras y filtros... Desde luego que la primera vez que toma alcohol se le suelta la lengua porque ella no habla mucho jajaja. cuando ya no pude aguantar más y la noté bastante relajada, ya me tocaba disfrutar a mi. Me subí en la camilla boca abajo y le abrí las piernas, quedando justo mi cabeza a la altura de su sexo. Me deleité con su aroma, su sabor y metí mi lengua lo más profundo de su vagina para descubrir que estaba empapada. El masaje largo y la especial dedicación en los pechos había surtido efecto (o sería su cochina imaginación desde que dije lo de la pareja).
Me dí un festín del más alto nivel. Estoy seguro que ni los reyes han comido un manjar tan delicioso como el de R. Le arranqué orgasmo tras orgasmo con mi lengua dentro, masajeando el clítoris y sorbiendo todos los fluidos que mi lengua le robaba. Estaba yo entretenido sabiendo que había alguien mirando en la esquina, con miedo a acercarse por ser rechazado. De repente, entró una pareja muy decidida y se puso a follar a la derecha de la camilla. El chico alargó una mano para posarla en la tripa de R. y ella con un sobresalto le espantó la mano muy temerosa mientras yo seguía lamiendo su sonrisa vertical.
La pareja seguía follando al lado y de vez en cuando, ella se ponía de cuclillas y le chupaba con arcadas y lo más profundo que podía. Todo un espectáculo visual y sonoro. En un momento dado, ella se apoyó con los codos en la camilla muy cerca de R. Me sorprendí cuando no salió espantada y siguió disfrutando con mi comida de coño. Poco a poco la chica se fue acercando a R. y sin yo creerlo, le empezó a acariciar el pecho mientras yo seguía a lo mío. El otro chico le follaba lo más duro que he podido presenciar en real en mi vida. La camilla seguro ha presenciado guarrerías miles pero estas eran nuestras guarrerías.
Con más decisión, la chica de la pareja en trance, le empezó a lamer los pezones a R. Estoy seguro que tuvieron un orgasmo a la vez ambas chicas y uno de ellos, explotó en mi boca. La chica de la pareja empezó a buscar con sus dedos el coño de R. que yo tenía en mi boca y por un momento, ambos compartimos su placer. Ya el chico con más confianza del shock inicial, empezó también a acariciar a R, la tripa, los pechos y su coño. Yo me bajé de la camilla y me quedé al lado de R. masajeándole los pechos. Es su momento, es su placer. Pude presenciar cómo ella le metió los dedos y los movió de forma frenética para robar un orgasmo mientras él se encargaba de chupar el pezón libre de mis caricias. Noté a R en otra dimensión, nunca la había visto sentir tanto placer. La chica se lanzó y le empezó a comer el coño a R. Que imagen tan profunda. Sin duda se va a quedar como núcleo duro de mis perversiones.
Después de haber intercambiado orgasmos entre ambas mujeres, él jugando con su chica y con la mía a la vez, noté que querían más y me pregunté si querían ponerse a follar en la cama más cómodos. Se lo comenté a R. y se bajó de la camilla pero para sorpresa nuestra, se fueron. Fue una experiencia muy intensa, limpiamos la camilla con los papeles preparados para ello y nos dirigimos a la ducha directos. Después de la ducha ardiendo de al lado de la sala que tiene el aire acondicionado a tope (o eso parece) donde están los agujeritos y las camas de jugueteo, nos secamos y nos metemos en la piscina a relajarnos. Nos damos un masaje de espalda con el super chorrazo de la piscina grande y decimos entrar en la sala de sauna húmeda. Estuvimos un buen rato relajándonos y disfrutando del calor. Entraban y salían parejas y chicos esperando algo más. Una pareja se puso a jugar ahí dentro, justo enfrente nuestra. Ella le masturbaba a él mientras hablaban y susurraban (guarrerias lo más seguro). Un chico se sentó justo al lado de R. pero ella amablemente dijo que no estaba interesada.
Todavía no queríamos irnos, no habíamos visto el glory hole en acción. Seguíamos sin saciar esa curiosidad. Le dije de secarnos e ir a verlo. Llegamos en el momento perfecto. Había sólo un chico dentro y la pareja con la que habíamos compartido el momento en la sala de masaje. Según entramos, empezaron a entrar chicos atraídos por los gemidos de ella. Dentro, nos sentamos en el asiento que hay de espera, R. encima mío, con la toalla puesta. Nos robaban el espacio personal pero siempre con mucho respeto y sin intención más que la que se quiere dar. Allí solo fuimos a mirar y así lo dejamos claro.
Desde donde estábamos, se podía ver la interacción de la chica dentro del cuartito, masturbando una polla bien dura mientras su pareja le follaba o le masturbaba provocando sus gemidos que a tanta gente atraían. Llegó en ese momento otra pareja que se metió al fondo del cuarto oscuro y llegaron 3 chicos más. En paralelo, se creó una especie de gangbang de la chica de la nueva pareja que entró. Se puso de rodillas y empezó a mamar a los tres chicos y a su pareja, incluso llegaron a follar ambos mientras ella le chupaba a todo el que pudiera llegar hasta ellos. Una escena super morbosa. Sobre todo por lo que representaba, la libertad de poder hacer lo que se deseaba sin ningún tipo de inhibición.
La pareja de dentro del cuartito salió y la que estaba fuera entró para tener más intimidad o más anonimato, quizá cumplir la fantasía de hacerlo a través de un agujero. Tampoco aguantaron mucho porque ella empezó a acalorarse demasiado pero pudo follarse a uno a través de la ventana cuadrada destinado para eso. Desde nuestra posición, R. y yo podíamos ver la sala de al lado, la que tiene la luz roja y la cama grandísima. Una pareja estaba jugando también y mientras ella estaba a cuatro patas follando a su chico, masturbaba tantas pollas como podía que estaban alrededor. Pollas durísimas y algunas no tanto tenían su turno de gloria. Y la chica con una cara de placer infinito. Se atrevía de vez en cuando a darle algún lametón a alguna.
Cuando terminaron los del cuartito y la pareja de la sala roja, ya no quedó ninguna chica que se prestara a jugar con desconocidos y todos huyeron en desbandada. En menos de un minuto se quedó vacía la sala. Salimos y vimos la piscina vacía, curioso. Mientras decidíamos que hacer, ella fue al baño y nos dimos cuenta que ya estaban cerrando!!!! Cómo se pasa el tiempo cuando hay tanta diversión.
Como corolario, parece que este tipo de fiestas son geniales para parejas que quieren actuar de mirones sin ser molestadas. Según pienso, los chicos no pierden el tiempo persiguiendo como zombies a parejas que no muestran interés porque seguro encuentran a a alguien dispuesta a interactuar con ellos en otro sitio. En cambio en sesiones en abierto, los chicos van persiguiendo y masturbándose enfrente de parejas que no tienen interés.