Swinger, Un negocio solo con la calculadora...
Son pocos los clubes que nacen de una auténtica experiencia y filosofía swinger, y esto se refleja en su gestión. Muchos de ellos parecen más bares de copas con algunos "extras". Pocos imponen un código de vestimenta erótico, organizan fiestas más allá de un título atractivo, o incluyen alguna oferta gastronómica, a pesar de que somos conocidos como los reyes de las tapas y los montaditos. Además, pocos cuentan con instalaciones diseñadas para facilitar la comunicación y la interacción entre las parejas, o se toman la molestia de organizar espectáculos eróticos para animar, por ejemplo, una noche de sábado.Es curioso que España sea uno de los países con más clubes swinger del mundo, aunque los líderes indiscutibles en este ámbito siguen siendo los alemanes. Parece que, de algún modo, hemos trasladado nuestra fama de ser el país con más bares por habitante en Europa a este sector, aunque la mayoría de estos clubes carecen de oficio o verdadera vocación.
Recordamos cuando un amigo abrió el club Oops en Barcelona, y en la inauguración, Jordi le dijo: “No tienes ni idea de cómo montar un club”, y eso que Oops es uno de los clubes más espectaculares de España y de Europa. Sin embargo, en sus inicios, era poco práctico swinger. Con las últimas reformas, han mejorado bastante... Un ejemplo de éxito es Training Pedralbes, un club creado por una pareja swinger que ya se escapaba a Cap d’Agde antes de que muchos de nosotros supiéramos lo que era, y que luego fue continuado por alguien que aprendió de ellos.
En fin, una reflexión en voz alta... ¡Buen fin de semana a todos!