Interesante la forma en que todos y todas gestionamos el rechazo. Algún vez desearemos a alguien muy antojable y tendremos suerte de ser correspondidos. otras veces no. Algunas más, nos tocara ser deseados por alguien que no nos inspira.
Tengo amigas con quienes alguna vez nos fuimos a la cama y después decidimos ser sólo amigos, ya sea porque ellas ahora tienen pareja vainilla estable o simplemente encontramos que tenemos más conexión intelectual o emocional, que sexual. Y disfrutamos largas charlas de café, e incluso confidencias, con la plena certeza de que nadie está intentando llevarse a la cama a la contraparte.
El mundo común tendría mucho que aprender del ambiente liberal. Sería un mundo más amable y con menos frustraciones.