¿Qué es la sexualidad espiritual?
Cuando hablamos de sexo y espiritualidad seguro pensarás que son polos opuestos, debemos decirte que este tipo de pensamiento es erróneo, normalmente en las distintas religiones que hay en este mundo, el acto de copular sólo está limitado a la reproducción y buscar placer.Claro está, el sexo es algo íntimo que todos en algún momento hemos disfrutado en nuestra vida, es una forma de conexión con otras personas y entre más íntimo sea ese lazo que llegues a tener con tu compañero sin duda alguna tendrá unos resultados mucho más placenteros.
Entonces cuando hablamos de sexualidad espiritual es ese momento que a través de este placentero acto en compañía de tu pareja logras conectar no solo de forma física, sino también mental y espiritual, una armoniosa danza que es insuperable una vez se logra esa química con la persona indicada.
Sin duda alguna el sexo es una forma de elevar nuestros niveles de energía, alcanzar la paz, olvidar ese estrés que puede sofocar a más de uno en el día a día. Por ese no siempre se debe buscar como algo banal sino una relación especial que llena a ambos de buenas vibras, recuerda que si solo uno disfruta el tener relaciones sexuales no será algo agradable.
Ciertamente en occidente siempre se ha limitado a hablar del sexo como un tabú y más aún si la que quiere expresar sus conocimientos y experiencias es una mujer, sin embargo en oriente es totalmente distinto, ya que se está al tanto que la representación femenina en la vida es necesaria y jamás se puede dejar de lado.
¿Por qué relacionar el sexo con la espiritualidad?
Esta es una pregunta que muchas personas se hacen al leer respecto a este tema, seguro pensarás que según la religión que practicas esto puede conllevar a problemas, pero la realidad es que no. Inhibir este tipo de deseos sólo lleva a una peor calidad de vida, pensamientos negativos en nuestra mente, estrés que es palpable en cada milímetro de nuestro cuerpo.
Sinceramente creer que el tener sexo sólo nos va a perjudicar es una idea que debe de salir de la mente de las personas, ya que esta unión cuando es única y sin igual hace que nuestro espíritu llegue a niveles que seguro jamás has sentido. La sexualidad espiritual es un hecho, inclusive hay estudios que lo demuestran.
Una universidad en los Estados Unidos de América realizó un estudio para ver qué relación tiene el sexo y la espiritualidad. La población que se usó como muestra para este estudio constaba por más de 3000 mujeres, ya que expresan que las mujeres tienden a mantener este tipo de temas en secreto ya que lo consideran un tabú.
Los resultados te van a sorprender
Los resultados que arrojó esta investigación fue que las mujeres que se consideran espirituales, aquellas que buscan siempre nuevas formas de conectar su cuerpo, mente y alma con el mundo, la naturaleza y disfrutar de su vida sin ataduras son las que mantienen relaciones sexuales con mayor frecuencia a comparación de aquellas que consideraban que el tener sexo fuera de razones de reproducción era innecesario.
Este estudio también conllevaba a una pregunta muy clara y fácil de responder; siempre se les preguntaba a las mujeres si estaban felices con su vida. La respuesta que daban aquellas que no consideraban el sexo como un tabú era positiva, disfrutaban de las buenas vibras, el estrés no era recurrente en su vida, sin embargo las del otro sector de la muestra siempre se sentían descontentas, desganadas y con una sensación de agobio que jamás escapa de su cuerpo.
Y por supuesto para terminar este estudio se les preguntó a aquellas mujeres que se consideran espirituales qué tipo de prácticas realizan para así encontrar la paz mental y otras formas de elevar su espíritu, la gran mayoría dijo que disfrutan de practicar el yoga, meditación o terapias con cuencos de cuarzo, esto arrojó un resultado mucho más curioso.
El yoga ayuda a lograr la sexualidad espiritual
Aquellas que practican el yoga son las que mejores niveles de excitación y deseo poseen, son muchísimo más libidinosas a comparación de las que disfrutan de una jornada de meditación, concienciación u otro tipo de prácticas para elevar la mente a otros planos. A su vez estas tendían a disfrutar de orgasmos mucho más intensos y con mayor frecuencia a lo habitual.
Entonces se debe de aceptar que el sexo primeramente jamás tendrá un impacto negativo en tu vida, siempre y cuando se haga con seguridad, además de que ambas personas tengan una una experiencia placentera. Las prácticas como el yoga sin duda alguna son un excelente estimulante para ansiar la sexualidad espiritual.
Historia de la sexualidad espiritual
A pesar de que en occidente el sexo y la espiritualidad no siempre se les ha dado la relación que se merecen, esto no significa que en otros rincones alrededor del globo siempre haya sido así, la mirada que tiene la cultura oriental respecto a la sexualidad espiritual es muy distinta a la nuestra.
Para los taoístas las prácticas sexuales es una experiencia sagrada, esto aplica igual en el tantrismo hindú, ya que el sexo para ellos jamás ha estado limitada a una experiencia corpórea entre genitales sino la búsqueda de placer que se debe extender más allá del plano físico.
La sexualidad en el mundo antiguo siempre se ha visualizado como uno de los caminos que recorre el espíritu. Ya que nuestra energía sexual puede de ser utilizada para acceder a estados superiores de conciencia; sí una noche en la cual se logra llegar a la sexualidad espiritual es igual tener una sesión de meditación intensa.
También se considera que el amor simplemente es el resultado de transformar nuestra energía sexual en algo más emocional una vez formado ese lazo especial con esa media naranja. Aunque el amor de igual forma puede transformarse en energía sexual recorriendo un camino inverso.
Todo lo que tenga que ver con sexo y amor en la cultura oriental conlleva a formas de expandir y canalizar nuestra energía, ya que se ha comprobado que esto nos ayudará a mejorar la salud y elevar el espíritu, mejorando así nuestra calidad de vida y dejando atrás las dolencias que sean posibles padecer.
La sexualidad en el taoísmo
Para la escuela taoísta el poder femenino es algo sagrado, están al tanto que esto reconocer y venerar el poder erótico y sexual de la mujer. La cultura oriental tiende a minimizar la experiencia sexual masculina ya que es muy simple a comparación de su contraparte.
El objetivo del tao es la búsqueda del goce y éxtasis a la hora de buscar la sexualidad espiritual, el lograr esa conexión que lleva a estados superiores de conciencia es necesario a fin de cuentas la vida se trata de olvidar los problemas y disfrutar de las virtudes que se presenten en nuestro camino.
Otra de las metas del Tao al igual que el Tantra es extender la energía que tengamos en nuestro cuerpo mientras estemos disfrutando de una experiencia sexual, además esas vibras y pensamientos deben de elevarse a la conciencia ya que así se alcanzan unas sensaciones indescriptibles.
Por eso la cultura oriental se diferencia tanto de la occidental a la hora del sexo, ya que mientras tanto acá se busca el placer efímero y liberar las tensiones que pueda tener nuestro cuerpo, en oriente se espera lograr una conexión única y que prevalezca después del momento de erotismo y lujuria.
En oriente es distinto
Para alcanzar la sexualidad espiritual según la cultura oriental hay que seguir algunos pasos en detalle, el primero de ellos es la respiración, ya que allí juega un papel de vital importancia. Cuando los amantes están con una respiración sincronizada, los latidos al poco tiempo lo estarán aunque sean rápidos y sientan que el corazón saldrá volando de la caja torácica.
Según el Tao para alcanzar la sexualidad espiritual no es necesario que el acto sea un remolino salvaje de emociones hasta llegar el orgasmo, no es una carrera para ver quién llega al clímax, sino es una experiencia que toma su tiempo. El éxtasis debe ir en aumento poco a poco, con sus debidas pausas, el dar y recibir es algo obligatorio, ya que esto permite un estado similar al de la meditación.
Cuando hablamos de la cultura oriental, el Tao, es imposible no hablar del Tantra, ya que esta era una práctica de intercambio de energía, que se realizaba a través de dar y recibir caricias, respirar juntos y de forma sincronizada, explorarse y sentirse profundamente, este tipo de encuentros era posible que durarán varias horas, en el cual los individuos tomaban turnos para hacer vivir a la persona ese cúmulo de emociones y luego disfrutar las mismas.
Por eso el nivel más puro del Tantra es la unión sexual, ya que ésta siempre daba como resultado una sensación de felicidad incomparable. Las experiencias que llega a gozar el cuerpo permite que alcance la paz interior y niveles de conciencia más allá de los alcanzados durante la meditación. Debido a esto es una realidad que la sexualidad espiritual es un hecho, el goce y el alma son compatibles en todos los niveles.
Tiene la capacidad de sanar
Claro está la sexualidad no es algo que sólo se limita a una forma de meditación para lograr un cúmulo de emociones único y sin igual, sino es una fuerte de personal y salud. Según el Tao algunas posiciones sexuales tienen poder de sanación, ya que al hacerse de forma correcta y armoniosa curan las dolencias que nuestro cuerpo posea y nos ayuda a tener una vida mucho más longeva.
Ciertamente tenemos que aprender más de otras culturas, ya que el sexo no es algo que tenga que ver con la moral, de hecho no es algo que tenga una ética incorrecta, es algo natural, es una vivencia que todos experimentamos en algún momento de nuestra vida y sin duda trae múltiples beneficios, entonces consideremos que la práctica del hacer el amor es un tema de salud que nos llena de alegría en nuestra vida.
*Es un artículo con el que me he topado recientemente y he pensado que este es el mejor lugar donde compartirlo*