Sobre este tema se ha hablado varias veces en la web y no conseguimos ponernos de acuerdo. De hecho, y a la luz de lo posteado en esos hilos anteriores, hay personas que tienen una visión muy negativa de la pornografía o de su efecto en las personas (hablaban de repercusiones a todos los niveles: psicológicas, físicas, hormonales, de comportamiento…).
Mi opinión aquí es que el porno es el chivo expiatorio para explicar el comportamiento de algunos individuos con problemas de todo tipo (machismos, inseguridad, poca autoestima, falta de autocontrol, misantropía, etc.). El hecho de que el sexo siga siendo un tabú y objeto de escándalo, sobre todo si se sale de la norma, convierte al porno en la explicación fácil. El candidato perfecto a enemigo público al que culpar de cosas que tienen mucho más que ver con el ambiente familiar, la educación, las dinámicas sociales, etc.
Esto no es algo nuevo. Lo hemos podido ver a lo largo de las últimas décadas con todo tipo de cosas. En los años 50 y 60 se perseguían los Comics a los que se acusaba del aumento de la delincuencia juvenil. Especialmente los de crímenes y terror que eran los más leídos lo que llevó a que las editoriales creasen un mecanismo de autocensura (la Comics Code Authority) que lastró al sector durante casi 30 años.
Luego llegaron los 70 y los 80 y se cebaron con la música que, según los eruditos y centenares de sesudos estudios, incitaban a los jóvenes al consumo de alcohol, drogas, sexo y, con el paso del tiempo, satanismo, violencia y tendencias suicidas. Los Judas Priest acabaron en los juzgados escuchando sus canciones puestas al revés (hay vídeos en Youtube) y los Twisted Sister en el congreso americano explicándole a la mujer de Al Gore (si, el del cambio climático), que una determinada canción hablaba del cáncer de su batería y no de sadomasoquismo (pero que si ella quería Sadomasoquismo a ellos les parecía estupendo…. También hay vídeo). De ahí salió la famoso pegatina del Parental Advisory.
Los 90 fue el cine de acción. Los 2000 y 2010 los videojuegos. Y entre medias los juegos de rol, la fantasía, los wargames, los homosexuales, los transexuales o el porno.
Yo siempre digo lo mismo: desde el año 2000, quizá un par de años después, todo el mundo tiene acceso continuo y más o menos directo a pornografía. Eso quiere decir que las personas de menos de 35 años ya se han criado con un acceso y consumo continuo de pornografía y, por más que sesudos estudios digan que se les están fundiendo las meninges, que quieren ser acróbatas o durar lo que Nacho Vidal, yo no veo demasiadas diferencias entre estas generaciones y las anteriores.