Evidentmente, es un articulo sesgado porque obedece a una interpretación subjetiva. Seguramente, sea de alguna autora perteneciente a la corriente conocida como radfem o feminismo radical, con autoras que van desde Kate Millet a Ana de Miguel o Amelia Valcárcel, o figuras actuales conocidas a través de las redes sociales como Barbijaputa, Ayme Román, Feminista Ilustrada o Lola Lúpez, que están en contra de defender el BDSM como feminista y que consideran que las fantasías relacionadas con la sumisión o con la humillación son un ejemplo más de haber interiorizado el sistema patriarcal, donde los hombres mandan y las mujeres obedecen.
Por otro lado, tendríamos otra serie de feminismos defendiendo una postura diferente, con referentes como Virginie Despentes y su Teoría King Kong, la teoría queer de Judith Butler, Gayle Rubin o Pat Califia, de la organización lésbica feminista y BDSM conocida como SAMOIS, pasando por la activista Brigitte Vasallo escritoras como Luna Miguel y Ana Requena, o sexólogas que también han hablado del tema a través de las redes sociales como Arola Poch, Loola Pérez o Marta G. Peris (de Proyecto Khalo) que piensan todo lo contrario.
Por otro lado, tendríamos otra serie de feminismos defendiendo una postura diferente, con referentes como Virginie Despentes y su Teoría King Kong, la teoría queer de Judith Butler, Gayle Rubin o Pat Califia, de la organización lésbica feminista y BDSM conocida como SAMOIS, pasando por la activista Brigitte Vasallo escritoras como Luna Miguel y Ana Requena, o sexólogas que también han hablado del tema a través de las redes sociales como Arola Poch, Loola Pérez o Marta G. Peris (de Proyecto Khalo) que piensan todo lo contrario.