UN BAÑO PÚBLICO… morbo o acoso?
Mi vida transcurre, al menos durante dos horas al día, en el transporte público. Por lo que suelo visitar los baños públicos para hombres en estaciones de bus, de trenes, centros comerciales... Es uno de los espacios en los que más incómodo y vulnerable me siento, cargado con mi mochila, cascos en los oídos (me suelo quitar uno para estar atento por si hay alguna movida) y con la alerta arácnida que los madrileños llevamos de serie, bien desplegada.
Y es que me he encontrado de todo, desde un tipo con la polla en la mano paseándose por el pasillo entre los retretes con puerta (los evito siempre que puedo), diciendo bien alto: “¿quién quiere probar esta barra de hierro?”, hasta el mirón descarado, apoyado en una esquina, valorando posibles contactos-victimas.
Porque, la sensación que tengo al entrar en esos sitios que siempre huelen a orines recocidos, es de exposición y sospecha. Rapidito, rapidito, mear en un urinario vertical, te remojas las manos en el “limpísimo lavabo”(si puedes) y salir pitando. Todo esto evitando tocar nada que no sea a ti mismo…
El colmo fue el otro día en la estación de autobuses de P. Pio. Si los baños públicos son sitios muy poco recomendables, incomodos y sospechosos, el de la estación de autobuses de la primera planta se lleva la palma. Pequeño, siempre hay algo roto, algo que sobresale de algún sitio apestoso, en fin, un cuadro. Pero te meas y… tiras palante con lo que sea.
Entro y me encuentro en el segundo urinario (solo hay dos) un tipo con los pantalones bajados y el culo al aire. Pestañeo sorprendido y valoro durante un segundo bajar al de la segunda planta, un poco más grande y menos apestoso. Pero mi vejiga no está para un culo más o un culo menos y me acoplo en el de al lado.
En seguida el del culo al aire (juro, culo entero y media pierna , nada de pantalones cagaos) echa el vistacito de turno por encima la separación maltrecha y medio rota. Yo a lo mío, apretando para mear rápido y salir de esa situación incómoda
Y entonces la propuesta. Algo de chupar, que no escucho mientras salgo a toda prisa, ni lavado de manos ni ná de ná, salir de allí es lo único que me importa.
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Me molesta mucho y me da rabia que estos sitios se hayan convertido en lugares de acoso. Entiendo que en otras épocas de oscurantismo los lavabos y ciertos cines fueran lugares de encuentros sexuales escondidos. Pero si tú rollo es ofrecerte a desconocidos hay otros lugares más indicados creo yo…. A no ser que te den morbo estos encuentros, genial por ti, solo pido respeto por los que no nos interesan.
Y aquí lanzo mis preguntas para vosotros:
Usuarios de baños públicos de hombres, habéis recibido propuestas sexuales, como os sentís en estos lugares??
Usuarios de baños públicos de mujer, pasa algo parecido a estas propuestas sexuales en los vuestros??