Philip K. Dick ya escribió varios relatos que explotaban la posibilidad de tener sexo con androides o directamente insertar en tu memoria recuerdos de sesiones de sexo salvajes. El más famoso, Do Androids Dream of Electric Sheep, muestra en su versión cinematográfica (Blade Runner) androides prostitutas diseñadas con ADN a medida con fecha de caducidad y etiquetas de detección para distinguirlos de los humanos.
En Maniquí y Tamaño natural un hombre se enamora de un maniquí
En Desafío Total (también basada en un relato del mismo escritor) Paul Verhoven muestra prostitutas de tres tetas y creación a medida de recuerdos con mujeres.
En IA, Spielberg presenta un androide amante diseñado específicamente para dar placer a mujeres.
Ex Machina y Robot de Compañía son dos películas más que profundizan en este tema con un enfoque más actual.
Con todo ello quiero exponer que no es nueva la idea de crear seres artificiales a medida para satisfacer los deseos sexo afectivos de las personas.
Si navegas por internet, verás el auge de las muñecas realistas a medida.
Por otra parte, la robótica también está presente como compañía y ayuda para personas mayores.
Leyendo las noticias descubrimos que mafias ganan millones procedentes de donativos de mujeres que se enamoran de falsos perfiles de amantes inexistentes que chatean con ellas.
Con estas noticias, no debería sorprendernos que la tecnología avance en el campo de la compañía y el sexo. Da dinero, hay mercado, habrá inversores y desarrollo.
Marcar los perfiles para saber si tratas con una persona, una empresa o una máquina no veo que aporte nada. La pregunta está en qué buscan las personas en las redes sociales y si es lícito lo qie hacen.
¿Qué lleva a alguien hasta el extremo de endeudarse por "amor" a un perfil falso de Facebook? ¿Qué lleva a alguien a crear un perfil falso y hacerse pasar por quien no es?
Luego está la cosificación, especialmente de la mujer. El materialismo nos ha llevado a cosificar a la persona hasta el límite de preferir un maniquí a una persona para que sea perfecta, para que no te lleve la contraria... Ver la evolución de los cánones de belleza a lo largo de la historia y los actuales estándares como la delgadez extrema promocionada por los modistos me hace plantearme muchas cosas en nuestra sociedad diseñada por Dolce Gabanna.
¿Por qué no enseñamos a las personas a quererse más en vez de venderles que la felicidad pasa por pasar horas en el gimnasio, un par de implantes y dos inyecciones de bótox?
Por último, preferir una relación de tal o cual modo no me importa si la persona es realmente consciente de lo que está haciendo.
Mil amigos en Facebook nunca sustituirán a uno sólo tomando café contigo.