El contrato de una pareja liberal
Realizaremos un poco de sexo-ficción y situarnos en el año 2100…Se decía, por allá el 2025, que las parejas no concretan la fidelidad, que eran pactos no escritos de exclusividad sexual de obligado cumplimiento, donde la gestión en las emociones de la pareja era muy de autoaprendizaje y que no existía de forma real opciones sexuales y emocionales que no estuvieran en el entorno de la monogamia.
Carlos y Ana acaban de iniciar una relación de pareja, Carlos proviene de una relación de poliamor y uno de los miembros de la pareja ha dejado la relación y se han quedado Carlos y Sonia y quieren abrir la relación a otra persona. Ana está en una relación abierta con Alberto, pero ha conocido a Carlos y le gustaría tener una relación poliamorosa y, Alberto le parece bien porque tiene con Cristina una relación swinger y quiere profundizar más en ese tipo de relación pero sin perder a Ana.
Ana y Carlos, que como hemos dicho, han empezado una relación de pareja, concretan como quieren que sea la relación y presentan, si es necesario en función de la interacción, a otras personas vinculadas a la relaciones. De momento solo quieren una relación sexual, pero quieren dejar la puerta abierta a los sentimientos. Ana, Carlos, Sonia y Cristina deberán establecer nuevos contratos en sus relaciones…
Ana y Carlos, saben que deberán testear la relación en función de los acontecimientos, sexualidad y emociones y también saben que posiblemente deberán ir adaptándolo en función de lo que ocurra.
Cuando sus padres les explican las relaciones que tenían sus abuelos, Ana y Carlos no se explican cómo podían soportar esa exclusividad sexual, pero les explicaban que lo hacían gracias a la infidelidad o a la resignación, y también porque en esa época estaba normalizado, existía poca educación sexual-afectiva y una cultura machista y patriarcal…
¿os acaba de estallar el cerebro...?
“Si no tienes la libertad interior, ¿Qué otra libertad esperas poder tener?”