Al final voy a dar mi opinión. Creo que estáis confundiendo entre lo que son preferencias, gustos, necesidades y red flags (¿Cómo diríamos Red Flag en español? ¿Bandera Roja?, ¿Alarma?, ¿Proposición?). No es lo mismo decir “prefiero a la gente con melena” (lo que no quiere decir que no me gusten los calvos), a decir que “no me gustan los calvos” (hasta que encuentre uno que me gusta) o a decir “antes muerta que con una calvo”. Todos tenemos unas preferencias sobre casi todo lo que conocemos y eso es normal (por ejemplo, me gusta determinado tipo de películas). De hecho, creo que es positivo: indica que tienes criterio y sabes lo que te gusta.
Lo complicado empieza cuando estas preferencias o gustos pasan a ser necesidades o condiciones necesarias. Es decir, cuando empiezas a excluir. Si tus gustos son lo suficientemente excluyentes limitarás tanto tu campo de experiencia que tu propia vivencia quedará limitada. Por ejemplo, si a alguien sólo le gusta el cine de acción, ¿Realmente podemos decir que esa persona sabe lo que es el cine? Como norma general sospecho de las personas a las que no le gustan muchas cosas. Y el tema que nos ocupa no me parece una excepción. Si me dices “me gustan las chicas de 25 años”. Me parece bien. Si me dices “no me gustan las personas de más de 35”, entonces voy a sospechar de ti (salvo que tengas 20 años).
Y no nos engañemos. Cada uno es libre de tener los gustos que le venga en gana y ni yo, ni nadie, somos quién para entrometernos en ellos (salvo que estén recogidos en el código penal pero no estamos hablando de eso). Ahora bien, de la misma forma que tu eres libre de tener tus propios gustos yo soy libre de hacerme una idea del tipo de persona que eres en base a ellos.
En el caso concreto que nos ocupa, además, se junta otra cosa y es el amor. “Soy incapaz de amar a…”. Para mí amar o enamorarse de alguien significa que quiero compartir mi vida (o al menos una parte significativa de ella) con esa persona. No quiere decir que el amor sea para toda la vida, y no me quiero meter en el jardín de la exclusividad, pero si tengo claro que para amar a alguien es tener una afinidad vital con esa persona. Para que haya amor tiene que haber sintonía intelectual y emocional. No significa que las personas tengan que ser iguales, tener los mismos gustos o pensar lo mismo. Lo que quiero decir es que para que dos personas se amen tienen que poder llevar una vida en común. Sino habrá mucha pasión, mucho encoñamiento, e incluso mucho sufrimiento, pero no habrá amor.
¿Pueden dos personas de 25 y 50 años enamorarse? Si pero es muy complicado y a la larga perjudicial. Pueden gustarse, pueden apasionarse, pueden encoñarse, pero ¿amarse? Eso es más complicado. ¿Por qué? Pues sencillamente porque están en momento vitales diferentes. Una persona de 25 años, en la actualidad, está empezando su vida adulta mientras que una de 55 está terminándola (está terminado la vida adulta, no su vida). No es una cuestión de inteligencia o de cultura. Es una cuestión de madurez. Sentiría muchísima pena de alguien que con 25 años mostrase la madurez de alguien de 55 (¡al revés sería incluso peor!).
Por todo alguien maduro, de 55 años, que afirma tan tajantemente que no puede enamorarse de una mujer de 50 me hace pensar muchas cosas. Me hace pensar que es un tipo al que le gustan más bien poco las mujeres (restringe a menos de la mitad aquellas por las que puede sentir atracción), que es algo tonto (tiene 55 años y tiene los mismos intereses que alguien de 25) y muy narcisista (lo que le importa de quién tiene al lado es lo bien que le haga quedar a él).
Fin del ladrillo.