Dime, ¿estás bien?... o cómo tener responsabilidad afectiva
Él vio que había dejado en visto sus mensajes… claro que, a estas alturas de nuestro maravilloso mundo tecnológico, contestar las interacciones con los otr@s es algo que ya cada uno gestiona cómo mejor la va…Pero él, después de esperar un tiempo prudencial, sabía que algo no iba bien y más sabiendo lo que sabe de mí y me dijo…
-Dime, ¿estás bien?
-Ohh, no sabes lo feliz que me hace que me hayas preguntado cómo estoy. No, no estoy bien…-le contesté yo prácticamente en el mismo minuto de su mensaje.
Yo contesté rápido, y claro está también, que cada uno también necesita su tiempo y su espacio para hablar… pero él preguntó, preguntó! Y no todo el mundo tiene esa empatía en su ser.
Todavía no nos conocíamos en persona, pero fue esa pregunta la que hizo decantar la balanza.
Conocernos fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. (Y, tú, sabes que siendo una ancianita de 80 años en la residencia o en casa con mi mantita, así, lo voy a recordar.)
……….
Y he querido enlazar este hecho, porque me vino a la mente, al corazón y al alma, cuando leí el post de @****rr Fantasmas de turno
En nuestro mundo liberal, debería primar la “Responsabilidad afectiva” (y si no sabes lo que es, tienes a nuestro amigo Google que te lo chiva todo). Porque, señor@s, el gosthing solo duele si ya hay implicación emocional hacía la otra persona, ya sea conocida o en ciernes.
Es básico que en nuestra filosofía de vida sexoafectiva no monógama, tengamos claro que no somos cuerpos inertes, que ni sienten ni padecen, somos personas y nos merecemos que los otros nos traten con la inteligencia emocional debida. Hay libros que hablan de ello, no cuesta nada leerlos. O en todo caso, regirse por las habilidades sociales esenciales que todo el mundo debería poder emplear, o trabajarlas, si no se dominan lo suficiente.
No todos los no monógamos son liberales, que van de clubs swingers, y que en su vida nunca harán tríos, intercambio de parejas u orgías, pero todos ellos deberían regirse por unos principios básicos de comportamiento entre iguales que contemplen que el otro no sufra.
Y aquí, vemos todos los días que proliferan los “falsos liberales” de turno venidos del Tinder y cia., los que creen que aquí todo se basa en “follar cuerpos” como si en un buffet libre estuviéramos… No, señor@s, podemos tener “amor con y sin sexo”, pero la gran diferencia en decir ““sexo con y sin amor”, es que en 2023, más que nunca…, el sexo sin amor ha evolucionado a esa expresión sexoafectiva tan nuestra: “Deseo follarte con mucho amor…”, porque eso de que el sexo sin amor de antaño es algo de solo gimnasia y poco más, ha ido evolucionando al pasar de tener “simplemente amantes” a tener “vínculos sexoafectivos”. Ya no solo una pareja sentimental convencional monógama o no, expresa que hace el sexo con amor; ahora, el sexo puede ser lo más amoroso del mundo con esa persona que en nuestra vida rutinaria, a ojos de todos, solo es un amante o pareja sexual más, sea la única o no, que se tenga.
Dicen muchos monógamos de mi alrededor, que eso siempre ha existido en una clara clasificación: está la pareja formal (seria, convencional, estable, compañer@ de vida… cómo quieras llamarla); los “follamigos” (horrible término que desterró al clásico “amigos con derecho a roce” o amig@ especial) y, por último, los amantes, subdividiendo aquí a los amantes de los infieles.
Y que cuestionan los monógamos…: “¿Vínculos sexoafectivos? ¿Qué carajo es eso? Vamos, los follamigos de toda la vida. ¿Y el amante, qué, también, es un vínculo?”.
Pero no, esto ha cambiado, estamos aquí (al menos algun@s), para revindicar que en vida sexoafectiva no monógama, todo vínculo sea de la naturaleza que sea, también afectivo o sexual a secas… debe tener como base la responsabilidad afectiva y, si hay “sexo consciente”, mejor que mejor… Y, ya cada persona pacta con sus vínculos cómo quieren relacionarse entre ellos y con terceros. Y estos terceros también pactar la gestión emocional de la relaciones, no, en plan, cogemos una agenda: “Como no libro el martes, te lo pasó, te va bien el cambio?.” No somos cromos.
Y que sirva este post, para pincelar un poquito que quién quiera empezar un vínculo sexoafectivo sepa preguntar cómo está la otra persona y… el que no quiera ya mantener ese vínculo, sepa decir “Adiós” al cerrar la puerta.
Bien, joyclubers, leeré vuestras disertaciones, siempre dentro de un debate respetuoso, no hay verdades absolutas, el aprendizaje es diario y solo la humildad nos hará mejores.
Muchas gracias por la atención y contestaré gustosamente cuando mi salud me lo permita. Y buena suerte, en estos lares de sexo positivo.