Cita a ciegas

Eran las 6 de la tarde aproximadamente, yo iba caminando con cierta prisa…con el móvil en la mano leyendo noticias del día y un poco distraído. Al girar la esquina ella estaba allí de espaldas…mirando su móvil, pero yo no la ví…hasta que choqué con ella. Mi móvil golpeó a la altura de su cintura y mis manos sin querer rozaron sus nalgas, a ella por supuesto se le cayó también su móvil, los dos nos agachamos para coger nuestros teléfonos y es entonces cuando nos miramos.
-vaya…cuando dijiste que me ibas a sorprender en nuestra cita no esperaba que me atropellaras…eres Iván verdad?
Yo la mire, sus ojos me dejaron sin habla, su mirada profunda me atrapó como pocas lo habían echo nunca, también la pude repasar ligeramente, vestidito a mitad de muslo que al agacharse mostraban unas bonitas piernas, con un escote generoso, y su piel parecía ser muy suave…al menos a primera vista me encantó, y claro…mi demonio se activo encima de mi hombro.
Volví a mirarla a los ojos fijamente mientras le ayudaba a incorporarse
-hola…si, soy yo…ehmm Iván…perdona si me he pasado con la sorpresa.
Ella sonrió, y me pareció más bonita aún, estaba claro que había quedado con un tal…Iván…y que era una cita a ciegas…se que no estaba bien lo que estaba a punto de hacer…no sabía cómo acabaría aquello…pero no pude evitar sentir un deseo enorme por esa mujer.
Fuimos a una cafetería cercana y nos sentamos en una mesa discreta, un poco apartada. Ella no paraba de hablarme de conversaciones que supuestamente habíamos tenido, pero claro…yo solo podía asentir…y poco más. Ella se dio cuenta de mis nervios.
-estás bien? Estás muy poco hablador, por el chat hablabas mucho más…
Mi cabeza pensaba que debería parar eso…no debía jugar así con ella, pero sus ojos me tenían loco y su escote desde más cerca me estaba poniendo muy cachondo, me gustaba su voz, su risa…
-estoy bien…es solo…que no esperaba que fueses tan guapa…me has gustado mucho, la verdad…
Ella me miró y se mordió el labio y en ese momento desee besarla…
-Iván…no seas tímido…hemos pasado muchas horas en el chat…hemos hablado y fantaseado mucho sobre este día…nos hemos puesto cachondos, nos hemos enviado fotos, nos hemos deseado mucho y sabemos lo que va a pasar en esta cita…además…recuerdas lo que me pediste?
-ehmm…si.. Claro que lo recuerdo…
No tenía ni idea de que decir…y ella se dio cuenta…
-dame la mano.
Cogió mi mano y la llevó a sus muslos, su piel era mucho más suave de lo que ya parecía, abrió las piernas invitándome a pasar mientras no dejaba de mirarme fijamente a los ojos. Yo introduje despacio mi mano hasta sentir su sexo depilado, suave y un poco húmedo..
-como ves, he venido sin ropa interior…como me pediste…
Mi polla casi revienta la cremallera de mis tejanos, sin poder evitarlo mi vista se fue directamente a su escote, tampoco llevaría sujetador? Ella me leyó la mente y muy discretamente se apartó un mechón de pelo y abrió un poco su escote para que pudiera ver uno de sus pezones. Mi mano estaba inmóvil de la misma excitación que tenía…era incapaz de mover mis dedos, allí estaba sintiendo en mi mano el coño cálido, suave y húmedo de esta chica que me tenía totalmente seducido y cachondo. Ella se acercó para besarme y sus labios y los míos encajaron como dos piezas de un puzzle. Su lengua y la mía se entendían y acariciaban en un baile húmedo. Pase un dedo por los labios vaginales y rocé su clítoris justo antes de sacar la mano de sus piernas, de subir con ella por su vestido, de acariciar levemente uno de sus pechos, hasta cogerla de la nuca y pegarla más a mi…para conseguir sentir su boca y su lengua profundamente en la mía. Para entonces su mano ya estaba encima de mi pantalón acariciando mi bulto. Tras unos segundos, ella paró y me dijo al oído.
-voy al baño…te espero allí.
Se levantó y se fue al baño. Yo estaba flipando, tampoco podía levantarme con esa erección, espere unos minutos…y me dirigí al baño. Cuando llegué no sabía si habría entrado en el de caballeros o en el baño de mujeres en esa duda un camarero me vio, se acercó y me indico cual era el de caballeros y se fue cuando yo entré…entonces escuché como la puerta se abría detrás de mi, era ella. Se lanzó sobre mi y nos metimos en un cubículo. Nos besamos apasionadamente mientras cojia sus pechos con ansias, saque uno y me lo llevé a la boca, succioné su pezón y note que le gustaba mucho que jugará con sus pechos. Después de muchos besos y caricias ella se agachó y me sacó la polla y comenzó a devorarla como si no hubiera un mañana, mi polla entera entraba y salía de su boca enérgicamente hasta el punto que tuve que frenarla…porque me corría. Se puso de pie y se dio la vuelta dándome la espalda y levantando su vestido hasta la cintura. Vi su sexo, brillante por su humedad, se veía precioso y excitado, mientras ella buscaba un condón en su bolso, yo rozaba mi polla dura en su culo y con mis dedos iban penetrándola….ella gemía contenida hasta que me dio el condón…me lo puse y comencé a rozar mi polla en su clítoris…antes de meterla, justo cuando estaba a punto…escuchamos la puerta del baño, unos pasos que se acercan y unos golpecitos en la puerta…
-señores por favor…no pueden estar los dos en el baño, les pido que dejen lo que están haciendo y abandonen el local…
Nuestros ojos se miraron…y nuestros rostros se helaron. Nos recompusimos como pudimos y salimos. El camarero nos acompaño sin dejar de mirar y desnudar con la vista a mi amiga.
-ves saliendo cariño…
Le dije mientras me paraba en la barra a pagar bajo la mirada sería y enojada del propietario de la cafetería.
-lo siento…recién casados.
Le dije para quitarle un poco de hierro al asunto, a lo que el me contestó que tenía suerte que no llamará a la policía. Me fui dejando propina y con la sensación de que no volvería ni a esa cafetería, ni a ver a mi especial amiga. Pero…al salir allí estaba, unos metros más abajo en la entrada a una conocida cadena de tiendas de ropa.
-como estas Iván? Yo me he quedado muy cachonda…necesito que me folles…y lo necesito ahora.
Su mirada me seguía seduciendo tanto…que entramos en la tienda de ropa…se cogió un par de pantalones, una falda, dos vestidos, y una camiseta. Fuimos al vestidor, nos besamos, nos tocamos, me bajo los pantalones y me la chupó hasta ponérmela bien dura, sacó otro condón, me lo coloco y me sentó en el taburete que había, se dio la vuelta, levantó su vestido y se sentó suavemente en mi polla, hasta que todo mi miembro duro se introdujo dentro de su suave y húmedo coño…era un sexo tan dulce…me cabalgó con energía, conteniendo sus gemidos y yo los míos. Yo acariciaba sus pechos mientras ella no dejaba de moverse, se agarró fuerte a mis muslos y aceleró los movimientos, su culo golpeaba contra mi pelvis, mi polla entraba y salía con fuerza de su coño…no podía más…me tuve que apoyar en la paredes del vestidor y correrme contenidamente…
Cuando salimos, nada extraño parecía haber sucedido, ella compro un vestido y un pantalón. Y salimos de forma natural de la tienda. Pasados unos metros…nos miramos y sonreímos.
-tengo que decirte algo…aunque no sé cómo te lo vas a tomar.
Ella se rió…me miró y besándome dulcemente, me dijo al oído.
-ya sé que no te llamás Iván…que nunca habíamos chateado ni habíamos quedado…pero me ha puesto tan cachonda ese roce en mi nalga cuando has chocado conmigo y tu mirada al agacharte…que he decidido que quería follarte.
La miré sorprendido…
-pero…y lo de la cafetería? El no llevar ropa interior?
Se rió otra vez…
-cuando hemos entrado a la cafetería he ido al lavabo recuerdas? Allí me he quitado la ropa interior. Gracias por este momento tan caliente…Iván.
Me dio un último beso, me guiñó el ojo y se alejó con andares de mujer feliz, que había saciado sus ganas…y yo? Yo me lo pasé genial