„Cierto! Mi madre me contó el mal rato que pasó cuando le hicieron lo del pañuelo el día de su boda.
...no, claro que estoy de coña.
Para la gente que se ofende antes de leer entre líneas, me voy a tomar la molestia de destripar mi sarcasmo.
Mi madre tiene 71 años, es natural de un pequeño pueblecito de la meseta, bastante conservador como casi todos en esta región y se casó allá por el 74 o el 75. No le metieron ningún pañuelo. Tampoco a su hermana, a ninguna de mis no sé cuántas tías segundas... a ninguna mujer del pueblo que yo sepa. Tampoco a mi abuela.
Ahora que la menciono, mi abuelo poco antes de morir, quiso compartir conmigo su versión del método de Ogino (lo que el llamaba el truco de su primo Antoñito el médico). Al hilo de esto, me dijo que con ese truco mi abuela y él se hincharon a follar desde que ella tenía unos 15 años. Vamos, que ni llegó virgen al matrimonio ni se esperaba. Estoy seguro de que en la España del primer cuarto del siglo XX mis abuelos no eran un ejemplo extrapolable. Pero tampoco lo eran las inspecciones de himen. Seguramente sí lo fuesen si pertenecías a otras etnias como la gitana (me sigo refiriendo a nuestro entorno cultural, lo que pasase en Marruecos o en Nepal lo podemos hablar en otro hilo). Como seguramente aquí no haya nadie de etnia gitana espero que tengáis la decencia de no hablar de una cultura que no conocéis y en su nombre. Esa soberbia blanca occidental debería estar superada desde el postcolonialismo.
Lo que quiero decir con todo esto es que en la España del siglo XXI hay muchas lacras machistas pero no me da la sensación de que la virginidad sea una de ellas. Un concepto molesto sí, rancio también, que no tienes por qué soportarlo, totalmente de acuerdo. Pero para lacra no creo que llegue. Sí, seguro que habrá gente rancia para criticarte según cuándo, cuánto y con quién folles. Descuida que si mágicamente eliminásemos la idea de virginidad, encontrarían otra excusa para meterse contigo por ser dueña de tu vida. Lo mismo habrá "amigas" que te mirarían raro por lo contrario, por ser virgen o por follar poco o por hacerlo sólo con personas especiales. Es lo malo de los gilipollas, que se adaptan a todo tipo de condiciones.
Para intentar ahorrarme una réplica absurda, voy a recalcar una obviedad que ya he mencionado antes: me estoy refiriendo a nuestra cultura y a nuestro tiempo. A la España del 2023 y a la sociedad blanquita, que es con la que supongo que estamos familiarizadas la mayoría de las personas que participamos en esta discusión. No voy a ser tan gañán de abrir la bocaza sobre lo que no conozco, menos arrogarme el derecho de hablar en su nombre. Si me está leyendo una persona, a poder ser mujer, de cualquier otra procedencia y entorno cultural, será un regalo leer su experiencia.
Toda esta parrafada la resumí diciendo que a mí madre no le metieron un pañuelo el día de su boda. Pero entiendo que no todo el mundo sepa leer entre dos líneas