Revolucionar el Deseo - Saltar al vacío…

Pues de eso se trata el intercambio con el otro: Entregarse a un abismo con muchas capas.
Cuando hablamos de sexualidad, enseguida nos pensamos desnudos, desnudas, desnudes. Porque la desnudes es nuestro recuerdo primario de vulnerabilidad.
Hemos llegado al mundo así, atravesando el momento mas critico de alguien con sus miedos, su soledad, su entrega, con su explosión de emociones, porque eso es, en el mejor de los casos lo que sucede, cuando cuando se esta pariendo otro ser; sin adentrarnos demasiado en este punto y también sin ponerlo en evidencia tacita, es aquí donde por primera vez, impregnamos nuestro psiquismo con una experiencia reveladora y fundamental para nosotros mismos y que es parte escénicas de las entreñas de nuestra sociedad: estar adentro es pertenecer, y esa pertenencia se embebe de muchas significancias.
Estos significados estarán marcados en nuestro mapa natal, que es el tatuaje energético que no regala el universo, la disposición de los astros en nuestro momento de nacimiento y serán los encargados de explicarnos, como nos moveremos en el tablero de conectarnos con les otres.
Tradicionalmente, los astrólogos han considerado que la sexualidad es, una función regida por Marte, Venus, Urano y Plutón y la octava casa. Lo cierto es que el sexo (al igual que todo lo demás) es una cuestión mental y cuando la mente de una persona está centrada en el sexo, no son sólo los factores mencionados los que entran en juego: toda la carta natal representa la sexualidad. ¿Podemos, acaso, comunicar un pensamiento sexual sin Mercurio? ¿Acaso podemos visualizar una imagen sexual sin Neptuno? ¿Qué papel desempeñan las casas? ¿Debemos considerar la quinta casa (la de los amores fugaces y no declarados)? ¿Es posible ignorar la cuarta casa (la de los cimientos emocionales, pues es allí donde el sistema familiar nos ha enseñado como…)? ¿Y la segunda (la de los valores)?
Tal vez lleguemos a la conclusión de que el método tradicional de interpretar la sexualidad a través de la octava casa resulta arcaico. Todas las casas desempeñan un papel único, aunque integrado, en el desarrollo de la sexualidad.

Todes, contamos con estas energías, cuando no hay muchas presencia/fuerza, puede que no tengan aspectos o estén ferales, pero estarán allí para contarnos cosas nuestras.
Que nos gusta, como nos gusta, en donde nos gusta…
Cómo nos ven los demás (el ascendente), como procesamos las emociones (la luna), que nos prende el deseo (Venus) y que nos activa el impulso (marte) y como lo comunicamos (mercurio), para finalmente, en el tan temido mundo interior nos encontrarnos con la expresión de nuestro propio sol y ¿Por que digo temido? pues porque desde el mundo es mundo y se ha traducido en sociedad, esta sociedad juega el rol que el afuera pide, para poner el verdadero deseo en lugares donde no se perciba mucho.
Es la sociedad (energeticamente Cancer-Leo) quien nos pone la zanahoria de lo que debemos perseguir, de lo que esta bien y de lo que esta mal….
Pero entonces? como nos encontramos con el otro si hay un sentido tan frívolo de que se puede…?
Hace unos días leí por aquí, un articulo sobre la gordofobia, y lo traigo como ejemplo de esto que digo, cuantos aquí nos hemos sentido atraído por algo que era vetado socialmente? Somos victimas desde el nacimiento deestas operaciones restrictivas sobre el deseo sobre lo que podemos desear, y así como finalmente es que surgen los extremos, que en definitiva terminan siendo parte de lo mismo que nos dijeron que era indebido, tal vez aumentado o súper reprimido para ser vivenciado desde algún lugar energético.
Entonces la propuesta desde la Astrología es conocer las pulsaciones, para poder adentrarnos en ellas desde un lugar intimo y propio, porque para poder ser con alguien mas, o con muchas/os/es mas, primero tenemos que ser con nosotres.
Les propongo ir poco a poco contándoles como liberarnos de los mandatos energéticos reconocidos por la sociedad, para abrazar la hermosa explosión de lo propio...
Les Leo