Han sido muchos y muy buenos los revolcones campestres que he tenido en mi vida. 30 años haciendo senderismo y escalada dan para muchas anécdotas.
Lo mejor para mi gusto, los refugios de montaña no guardados en medio de la nada, con una buena llama en la chimenea, tapados con una mantita y oyendo el chisporroteo de la leña que arde y esa luz tan bonita invadiéndolo todo.
También mola mucho en una roca al lado de un arroyo o cascada, o en un prado al lado de un lago glaciar, aunque lo que más recuerdo fue una vez que lo hicimos en la cima de Punta Alta (3.014mts zona Aigüestortes) cuando aún no existía Decathlon, ni los "Kylians" habían irrumpido en las montañas y llegabas a cimas sin masificar y muchas veces, estaban solitarias. Siempre fue una fantasía, el tener sexo en la cima de un 3.000 y tuve la suerte de tener una compañera audaz que se prestaba a aventuras como esa. Es espectacular fusionar sexo con alguien en una cima con visión 360º y el único sonido del viento. Allí arriba, percibes lo insignificantes que somos, Eso si, en verano, en otoño o invierno, ni se os ocurra...
*Si montáis alguna salida de boyscouts para liberar los cuerpos, avisadme, que igual me uno y si puedo ayudar con sugerencias de lugares, sin problema lo haré.