Centro Comercial
Esto de Joyce es una maravilla, te permite conocer gente de mucho ámbitos distintos.El otro día me pone un mensaje una amiga.
Oye Jan te apetece que podamos realizar un relato a cuatro manos? La idea suena fascinante solo con un par de objeciones, la primera es que nos conocemos en persona y la segunda estoy en un momento de mi vida que no tengo muchas posibilidades de poder quedar con gente, pero la idea me cautiva.
Así que le respondo que sí, que adelante con la idea.
Concretamos de hacer un una parte uno y la otra parte el otro pero no nos terminamos de poner de acuerdo, lo que ella me propone de quedar un día al mediodía para tomar un café rápido y hacer una lluvia de ideas.
Quedamos en una cafetería de un centro comercial, yo iba con traje y corbata ya que esa mañana había tenido una reunión muy importante, ella se presento con unos leggins, una camiseta y llevaba una sudadera atada a la cintura, venia de hacer un poco de running, me gusto mucho el peinado un flequillo liso hasta las cejas rubio, de mechas californianas, y una cola de caballo pelo perfectamente liso, aun se veía restos del sudor de estar haciendo deporte, mi mente se puso en modo sucio.
Dos besos de rigor, pero no unos besos cualquiera se dan unos desconocidos por primera vez en el centro de la mejilla, no estos casi en las comisuras de los labios.
Toda una declaración de intenciones, estuvimos hablando largo y tendido sobre nuestras experiencias en Joy, mientras hablamos nos vamos tocando, rozando no puedo dejar de mirar sus pechos, como se le marca el pezón a través de la camiseta, los imagino en mi boca, ella se da cuenta y me pone la mano en la entrepierna, allí constata lo excitado que estoy. Me pide que si nos podemos ir, raudo me levanto, en ese momento ella coge de mi corbata y como si fuera la brida de un caballo, me acerca a su boca y me introduce su húmeda lengua en mi boca, abrazados y jugando con nuestras lenguas, los dos estamos encendidos, decidimos ir a los baños del centro pero están cerrados en ese momento, yo como un adolescente le sugiero de bajar al parquin donde tengo mi coche, llegamos al coche y sin decir media palabra nos ponemos ya en los asientos traseros, me quita la corbata, y me desbrocha la camisa y los pantalones, ella se baja los leggins, no recuerdo en que momento pongo mano en la guantera para coger un condón, jugando me tapa los ojos con la corbata, y me pone el condón mientras me hace una felación, ya con la protección puesta ella se pone encima mío y me cabalga como si no hubiera fin, vamos escuchando risas de la gente que pasa por el aparcamiento, pero nosotros no hacemos caso nos dejamos llevar por nuestra pasión.
Al final no hicimos nada del relato quedamos para otro día, esta vez en una habitación por horas.
Pero esto ya es otra historia.