Son muchas preguntas, jaja. Pero desde el inicio, nunca tuve una sexualidad ni vinculación normativa. Mis primeros vínculos y relaciones siempre fueron con amistades. Así cuando conocí a alguien en una app de citas, él me expresó su curiosidad por el mundo swinger y decidí acompañarle a explorar; al final la que quedó convencida que ese era su espacio fui yo.
He conocido mucha gente, he hecho algunas amistades. El morbo es algo que se alimenta con cada experiencia, y aunque pudieran definirse por igual el momento, la emoción, la compañía... hace que todo sea único.
Sobre hablarlo con mis personas cercanas, nunca he tenido problema, es como no conocer la vergüenza y que no me importe el qué dirán. Lo saben en mi trabajo, mis amistades vainillas, porque así nunca se sorprenderán si se encuentran mis cuentas de exhibicionista. Sobre la familia, la única persona que lo sabe es mi madre, que por andar buscando en qué ando encontró videos íntimos, jajaja. Una vez aclarando que no fueron grabados sin mi consentimiento, le expliqué que estaba en una comunidad, que me gusta el exhibicionismo y pues más que expresar su disgusto y desaprobación solo me pidió que me cuidara.
Sobre mi primera vez, lo divido en dos experiencias: la primera, cuando acudí a un evento masivo donde hubo show, sexo entre los asistentes, pero yo solo me quedé observando junto a mi acompañante. Y la segunda, cuando asistí a un evento en un departamento, donde ya participé en juegos (plática) de integración, donde me animé a quitarme la ropa, tocar diversos cuerpos de hombres y mujeres y pues aquí ando de morbosa