De amigos a amigos con derechos
Tengo un reto que plantearte, ojalá puedas aconsejarme.Hace dos años mi esposa y yo decidimos abrir nuestra relación. Yo no lo he "aprovechado" esta libertad tanto como ella, sin embargo, quiero que eso cambie.
Vivo en Guadalajara, meca de una cultura católica generalmente adversa a las prácticas sexuales poco ortodoxas, al menos en mi contexto socio cultural.
Tengo algunas amigas que quiero mucho, algunas de ellas, me atraen sexualmente y les he planteado la posibilidad de que juguemos más allá de los que estamos acostumbrados 😉.
Ya tengo 42 y parte del acuerdo con mi esposa es que no andaríamos conquistando a nadie... sino que buscaremos personas que estén ágilmente de acuerdo en convertirse temporalmente en un juguete sexual mientras que nosotros hacemos lo mismo.
He percibido que no he sido lo suficientemente perspicaz para plantearle a mis amigas que, a partir de "hoy" pueden considerarme también como un amiguito con derechos.
Te pregunto:
¿cómo planteas con claridad y eficacia una amistad -con derechos- a una mujer?
¿cómo trasciendes un "sé que quiero pero no me siento cómoda aceptando"?
Te transcribo las palabras que me compartió una amiga cuando le pregunté "¿qué sientes ahorita que te propuse que seamos amigos con más derechos?":
Su respuesta: "Como cuando digo que no quiero pastel de chocolate, pero más"
No vale la pena compartirte más respuestas porque todas han sido similares. Parece ser que tengo la personalidad y el físico suficiente como para que lo consideren, sin embargo hay una carga moral suficientemente pesada como para que digan "Me encantaría, pero no me quiero arriesgar".
¿Qué hacemos con esto?