Interesante artículo donde sin duda me identifico plenamente con todo lo dicho, la ansiedad desde luego no hace buenas migas pero no solo con el sexo sino con todo....
Hay momentos de tu vida donde las circunstancias que te rodean no son favorables para nada y es como si estuvieses bañandote desnudo con la ansiedad, en un mar de problemas, rodeados de todas esas cosas que no te ayudan y tampoco te dan las fuerzas para disfrutar del día a día incluyendo la sexualidad.
Ya no trato de eliminar la ansiedad porque no es un interruptor que le das y se apaga, y se va, sino que trato de convivir con ello, saber que en algunos que otros momentos sentiré ansiedad, miedo, inseguridades etc...trato de entenderla y aceptarla sin dejarla libre.
Y aunque estén conmingo, a tiempo parcial esperemos que sí, intentaré convivir con ello de manera a que no tomen el control de mi vida, de mi placer, de mi sexualidad pero también se que eso, no se consigue de un día para otro porque es algo que vas aprendiendo con el tiempo...pasando por la autoaceptacion, valorarse a si mismo, ni dejarte caer en un abismo que te come por dentro, reaccionar a tiempo aunque a veces te salga de pena, y poco a poco tener tu el control de esas emociones que no hacen buenas migas contigo pero son partes de ti, aunque parcialmente y a tiempo limitado...
El sexo claro con ansiedad no es fácil, y a los hombres (hablo desde mi punto de vista masculino), los nervios, la ansiedad y demás, pueden ser perjudicial para tu sexualidad y también para las personas con quién compartes este momento, respecto a que el sexo no se resume en la finalidad de la penetración, pues opino lo mismo, tantas cosas por el camino que disfrutar desde un simple beso, un roce, una caricia, lamentones, chupar, mordisqueos, la masturbación...tanto placer por el camino que la finalidad en si es tan solo una cosa más a la gran lista del placer a solos o compartidos.