Hay calitas en Menorca, de esas difíciles de llegar, nada familiares, donde a las ocho de la noche se está de fábula. Solo vamos a la playa por la tarde, cuando el sol no quema. Y, en tantas ocasiones nos quedamos hasta muy tarde... 🌙
Calitas rodeadas de sabinas, resguardadas del viento, arena suave, pareo king size y el agua calentita para el chapuzón posterior,... mágico. Playa, sí. 🏖
Estoy segura que hay otros lugares de nuestra geografía tan idílicos y especiales, pero solo puedo hablar de lo que conozco✨