“Al orgasmo solo se llega con la penetración”, “si te masturbas tú sola será más difícil alcanzar el clímax con tu pareja”, " Cuantos más gemidos, el orgasmo es más placentero", "Lo normal es llegar juntos", "Las mujeres tienen más dificultad que los hombres en alcanzar el orgasmo", "Las mujeres necesitan el coito para llegar al orgasmo", "Hay mujeres que pueden ser multiorgásmicas y otras no", “es más complicado que las mujeres lleguen al orgasmo que los hombres”, “si no se llega al orgasmo no se ha disfrutado del sexo”....y así podríamos seguir enumerando todas y cada una de las invenciones que se han ido generando a lo largo de la historia en torno al orgasmo femenino. Mitos que han sido que no le hacen ningún favor a las mujeres (y tampoco a nosotros).
Debido a la poca formación/información que hemos recibido respecto a la sexualidad en general, y nula en relación al erotismo, la sexualidad femenina se ha ido construyendo en base a mitos, tabúes, falsas creencias y estereotipos imponiéndose un paradigma falocentrista. Tanto que todavía hay personas que ven mal o pecaminoso que una mujer se masturbe. Ese paradigma ha privilegiado el placer del hombre sobre el de la mujer. Esto ha venido cediendo muy lentamente. En pleno auge de la "revolución" sexual de los 60s y los 70s, se hizo muy conocido el estudio que realizaron el matrimonio Masters (Ginecólogo) y Johnson (Socióloga) ("Masters of Sex" YouTube) sobre las respuestas de la sexualidad humana entre esas los orgasmos femenino y masculino. Ellos teorizaron de una manera muy lineal la respuesta sexual humana, donde el orgasmo pasa por los siguientes estadios: Excitación, meseta, orgasmo, resolución, y fase refractaria. Aunque fue un paso importante, no rompió con la homogeneización entre las sexualidad femenina y masculina. Con el tiempo nuevas teorías han ido surgiendo, superando esa visión lineal, y se han llegado a mayores aproximaciones en entender que las respuestas sexuales femeninas obedecen a una serie de respuestas cíclicas y no lineales
Cada ciclo en la mujer la hace diferente en su respuesta sexual a la del hombre. Inclusive va más allá, cada orgasmo es tan diferente como lo es en cada mujer, como lo es la huella digital de cada uno de nosotros. Ah ello ha creado entonces otro mito: la respuesta sexual de la mujer es complicada. No es así. Es que obedece a una serie de estímulos menos lineales que los de nosotros los hombres. Vosotras sois más auditivas y nosotros somos más visuales. Y lo auditivo implica palabras y comunicación, verbal o gestual. En la mujer lo espontáneo por supuesto existe pero es un elemento más de la totalidad. En las mujeres puede existir un deseo que provoque la búsqueda de una actividad sexual. Lo emocional incrementa la motivación sexual. La gratificación se consigue por la satisfacción y el placer que pueden tener mucha importancia, como la comunicación, la intimidad emocional, la expresión del compartir placer físico complaciendo al compañero, la autoestima (sentirse atractiva, femenina, apreciada, amada o deseada), el relax y el bienestar.
Es provocadora la pregunta de @********oyce. Calificarse como maestro o experto es ubicarse en una posición de predominio falocentrista. En vez ejercer el rol de maestro, mejor es trabajar en comprender la sexualidad femenina. Pero más allá de comprenderla, la clave está en practicar el erotismo, como sugiere @*********cnes, acoplandonos a un baile que es de dos (o tres o cuatro). Conlleva a un todo, a una combinación. Alejarse del coitocentrismo y acercarse a la sublimidad y totalidad de lo erotico. Recordemos que sexualidad es diferente a erótico. A diferencia de los animales, los humanos no solo tenemos sexo, tenemos una vida erotica. Socializamos la sexualidad a través de la imaginación y la fantasía. Es un baile acompasado entre seres que tienen derecho al pleno y libre disfrute de su sensualidad. Dedicarse tiempo y espacio (sin menospreciar los rapiditos sexuales claro está) necesarios en aproximarnos y enfocarnos en sus zonas erógenas de acuerdo a ese tanteo que va uno haciendo donde el tacto y la intuición te van llevando. Es ir al clítoris y más allá del clítoris. Es estimular con el imaginario y las representaciones mentales a ese órgano sexual central que es el cerebro. La imaginación es el límite. Y por algo en vosotras está más acentuado. Las prácticas consensuadas, la comunicacion y sus formas son sumamente importantes y determina en mucho las practicas, bien sea haciendo BDSM, EPE, Bondage, Gangbang, sexo duro, foreplay, masturbación, sexo normal, etc. Desmontemos el mito que el orgasmo femenino está única y exclusivamente en la penetración vaginal. La penetración no es en ningún caso imprescindible para alcanzar un orgasmo. De hecho la vagina apenas tiene terminaciones nerviosas, el clítoris tiene 8.500 terminaciones nerviosas.
En el Tantra, quienes lo practicamos nos lleva a esa comunión de agudizar los sentidos, de tocarnos, sentirnos los alientos en los genitales, deslizarnos entre nuestros cuerpos. Es sentir, es autocontrol. Recorrer con la punta de nuestra lengua el cuerpo de ellas, recorrer con el pene su cuerpo y ser recorridos y masajeados por sus pechos. Es masajear sus entrepiernas, sus labios, su anoEs un ritmo que comienza por olernos las feromonas es segregar la oxitocina y la dopamina, es cruzar miradas entre individuos y parejas. No se llega por casualidad o emoción, se llega por causalidad.
Lo importante es que la mujer ya va buscando y encontrando su propio bienestar y dejando de ser proveedoras convirtiéndose también ya disponedoras de su propio placer dejándose de miedos y prejuicios. Y eso es lo fundamental en nosotros los hombres conocer esas respuestas diferentes.