Por: Paola Aguilar
El pasado martes 3 de septiembre estuve en un live con Lupita Roma, una mujer pionera en el mundo swinger, quien tiene desde 1993 organizando eventos y fiestas swingers. Desde 1996 es dueña del club swinger homónimo, y el primero en la Ciudad de México, Lupita Roma. Estas son algunas reflexiones a las que llegué después de esa charla que tuvimos.
Paola Aguilar es periodista de formación y es embajadora de JOYclub México. Es cohost del podcast "Coger Rico & Amar Bonito" y escribe y crea contenido sobre relaciones de pareja, sexualidad y no monogamia, siendo publicada en medios como Este País, VICE en Español y Revista Unam.
El énfasis del swinger en las mujeres
Lupita y yo platicábamos sobre cómo la cultura de la infidelidad ha priorizado el placer, la libertad y los deseos de los hombres, siendo ellos quienes, hasta la fecha pero especialmente en los 90s, más posibilidades tenían de estar sexualmente con personas fuera del matrimonio, así no fuera consensuado. La revolución del swinger comenzó a poner al centro también los deseos de las mujeres, pues al ser espacios para parejas, ellas también salen a disfrutar. Pareciera que es un “nosotras no nos vamos a quedar en casa, mientras ustedes van y disfrutan, cuando es algo que podemos hacer en dupla, en complicidad”. Esto no quiere decir que sean espacios libres de machismo, porque el machismo se cuela en todos lados, sobre todo si no lo cuestionamos, pero sí el inicio de espacios más igualitarios.
NO es NO y no se pregunta por qué
Esta es una frase común en el swinger. Al ser un espacio donde explícitamente se va a coquetear y, en ocasiones, a interactuar con otras personas, los límites claros son importantísimos y eso es algo que las comunidades swinger han cuidado bastante para mantener la convivencia ligera y respetuosa.
¡La visibilidad es importante!
Ahora el estigma es menor que hace 30 años, pero Lupita me contó que por muchos años ella llevó una doble vida,diciéndole a sus familiares y amistades que trabajaba en un club pero no uno swinger. Como era madre primeriza no estaba bien visto que se dedicara al placer colectivo, peeeero eventualmente fue revelando cuál es su verdadero trabajo, y ahora hasta aparece en una docuserie: Swingers: un estilo de vida hablando abiertamente de su trayectoria. Todo esto gracias a las personas que poco a poco comenzaron a dar a conocer su estilo de vida swinger y así normalizarlo.
No es malo para las infancias
Los hijos de Lupita crecieron sabiendo que sus mamá tenía un club “swinger”, y aunque ellos no sabían exactamente en qué consistía, desde siempre lo vieron como algo normal, como adultos que van a divertirse y pasarla bien, sin hacerle daño a nadie. Esto por supuesto no los traumó ni mucho menos, al contrario, les abrió la mente a otras posibilidades para que más tarde pudieran tener más información para decidir lo que querían.
Todavía existen tabúes en el swinger
A pesar de que el swinger es un espacio denominado como liberal, aún faltan muchas barreras por derribar para poder incluir a toooda la diversidad. Por ejemplo, la bisexualidad de las mujeres y las interacciones sexuales entre ellas son bienvenidas, tanto así que existen un nombre para esto: Blizz, sin embargo, la bisexualidad de los hombres y las interacciones sexuales entre ellos no son tan bien recibidas, incluso es un tema controversial que puede provocar rechazo dentro de estas comunidades.
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