Swinger, ¿qué significa exactamente? Hay muchas formas de ser swinger, en pareja o en solitario, con o sin sexo, con hombres y/o mujeres, con cuatro o diez personas... ¡Descubre todos los matices de este universo sexualmente libre y creativo!
El sexo swinger es un campo de libertad y creatividad sin igual, ya que hay muchas formas de practicarlo. Con el tiempo han ido surgiendo diferentes "corrientes" tales como:
En el marco de estas diferentes modalidades, el campo de las posibilidades sigue siendo muy abierto: intercambio de parejas hetero, gay y/o lesbiana, reunión de intercambio de parejas de cuarteto o en grupos más grandes, veladas con temas, en la casa o en el club de intercambio de parejas, etc. ¡La oportunidad de explorar tus deseos y fantasías es casi ilimitada!
El swinging siempre ha sido objeto de mucha controversia. Y por una buena razón, estas prácticas impactan tanto como fascinan. Como todo en lo que respecta a una sexualidad no convencional, el swinging es objeto de muchos estereotipos:
El intercambio de parejas es una fantasía masculina: si a menudo se observa que los hombres suelen tomar la iniciativa proponiendo a su pareja practicar el intercambio de parejas, decir que es una fantasía esencialmente masculina es extremadamente machista. Muchas mujeres, sobre todo en las generaciones más jóvenes, están interesadas en el intercambio de parejas y no temen hablar de ello con su pareja o a su alrededor.
Las prácticas de swinging son generalmente realizadas por mujeres: está muy extendido el discurso según el cual el swinging sería aceptado por las mujeres para complacer a su pareja o "salvar" su relación, y que sería una práctica humillante o no deseada por las mismas. Algunos lo explican por el hecho de que el swinging da miedo a la mayoría "vainilla" (que practica una sexualidad más tradicional), justificando su rechazo al swinging con argumentos pseudo feministas. Sin entrar más en el debate, resulta que muchas mujeres sienten mucho placer en las relaciones de swingers e incluso son el "motor" dentro de su pareja. Basta con leer testimonios en algunas webs especializadas o en foros de swingers para corroborarlo.
Más que una visión de la sexualidad, el swinging designa hoy una verdadera cultura con sus propios códigos, su jerga, sus usos, sus lugares de preferencia y una comunidad muy activa.
De acuerdo con un estudio realizado por el sitio Netechangisme.com, el swinging en Francia contó en 2019 con una comunidad de más de 400.000 parejas regulares y 600.000 parejas ocasionales. ¡Y eso sin contar a los libertinos "solitarios" que practican el swinging fuera de cualquier relación de pareja!
Una comunidad así debe tener acceso a establecimientos adecuados para las reuniones y veladas libertinas. De hecho, Francia contiene más de 400 clubes de intercambio de parejas, concentrados principalmente en las grandes ciudades, pero no solamente eso. Además, ¡la comunidad cuenta con muchos sitios de encuentro en línea!
Como ya se ha mencionado, el swinging tiene su propia jerga -melangismo, side-by-side (lado a lado), candaulismo- y sus propios códigos. Así, las veladas de intercambio de parejas suelen estar planificadas de antemano según una codificación muy precisa: "2+2" para dos parejas, "4" para el sexo en grupo o el melangismo, "3+1" si uno de los participantes decide limitarse a mirar, etc. Esto es previamente establecido con el objetivo de que cada participante sepa a qué atenerse y qué esperar, especialmente para una primera experiencia como swinger.
Tema polémico sí lo es, el lugar de la mujer en la sexualidad swinger es complejo y múltiple. A veces seductora, a veces con iniciativa, la figura femenina es a menudo tributaria de la sumisión. Sin embargo, el intercambio de parejas puede ser un campo de experimentación ideal para las mujeres que desean explorar su sexualidad y las diferentes prácticas que les proporcionan placer. Más allá de los estereotipos, la mujer swinger es una figura constantemente reinventada.
El swinging forma parte de una visión más global de la sexualidad, asociada al libertinaje e incluye muchas prácticas diferentes. El BDSM - Bondage-Disciplina-Dominación-Sumisión-Sado-Masoquismo - se asocia regularmente con el swinging. Si se puede practicar en pareja entre un "dom" (dominador o dominatrix) y un sumiso sexual, también se puede hacer con varias personas o intercambiando parejas.
La primera experiencia swinger es siempre un momento emotivo. Para algunos, es una verdadera revelación. Sin embargo, se recomienda prepararse bien para evitar cualquier sorpresa desagradable y asegurarse de que las condiciones de la velada swinger son compatibles con nuestros gustos, deseos y límites.
También es importante darse cuenta de que, como cualquier práctica nueva, el swinging resultará un poco exótico y requerirá un proceso de aprendizaje hasta sentirse realmente cómodo. Solo explorando tus deseos y las distintas posibilidades que se te ofrecen es que sabrás lo que te agrada, lo que no es de tu agrado y lo que te hace subir realmente a las cortinas... Nuestro consejo: antes de cualquier escapada libertina, infórmate de antemano y prepara la velada que dará vida a tus fantasías más salvajes.
El podcast que debes escuchar!
La periodista especializada en sexualidad y escritora Noemí Casquet nos cuenta sobre las relaciones no monógamas.
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¿Estás preparado para iniciarte en el swinging? Si quieres empezar la aventura, el primer paso es sin duda contactar y discutir con otros swingers. Podrás encontrarte con una comunidad abierta y comprensiva, plantear las preguntas que te queman los labios y quizás -¿quién sabe? - ¡Programar una primera velada!
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