Por: Andrea Legarci de The Red Flamingo
Sin embargo, al principio me costó trabajo agarrarle la onda al sexting, tenía muchas dudas, me sentía entre emocionada y preocupada: emocionada porque era una experiencia que nunca había tenido, pero preocupadaporque, después de conocer todas las historias de terror sobre cómo la gente comparte el pack de otras personas, lo que era íntimo resulta convertirse patrimonio cultural de la humanidad, lo cual definitivamente me preocupaba y me ponía nerviosa.
Andrea Legarci de The Red Flamingo es una destacada abogada en Galicia Abogados, S.C., con una sólida formación académica y una pasión por el activismo social y los derechos humanos. Graduada del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y con una especialidad en la Northwestern Pritzker School of Law, Andrea se ha especializado en temas de género y sexualidad. Ha desarrollado el concepto de “sexualidad interseccional”, una innovadora perspectiva que integra derechos humanos, sociología, filosofía y derecho, plasmada en su popular podcast “The Red Flamingo”.
Andrea no solo se dedica a la abogacía, sino que también ha organizado múltiples conferencias, eventos benéficos y programas de liderazgo en México. Su misión es fomentar una educación sexual integral que trascienda las redes sociales y promueva una cultura de activismo, tolerancia y empoderamiento.
En colaboración con Mari Rouss Villegas y Karla Araiza, Andrea fundó el proyecto “SheSlay”, una serie de sesiones de networking diseñadas para mujeres líderes. SheSlay busca fomentar la creación de redes de apoyo, el intercambio de ideas y mejores prácticas entre mujeres. En este sentido, SheSlay empodera a las mujeres y las ayuda a alcanzar nuevas alturas en sus respectivas carreras y comunidades, fortaleciendo así el tejido social y profesional a través de una comunidad robusta y solidaria.
Actualmente, Andrea lidera el proyecto “DIGNA”, una iniciativa que proporciona educación sexual, métodos anticonceptivos y mejora de espacios íntimos para mujeres privadas de su libertad en México. Este proyecto es posible gracias a la colaboración con Mercedes Becker, fundadora de La Cana, una asociación dedicada a la reintegración y empoderamiento económico de estas mujeres.
Además, Andrea, junto con Mari Rouss Villegas y Karla Araiza, produce TedXLaCondesa, un evento que promueve la diversidad e inclusión a través de charlas inspiradoras, subrayando la importancia de construir una sociedad más inclusiva, accesible y tolerante.
Andrea también ha tenido una destacada participación en la CSW68 de la ONU, la mayor reunión anual sobre igualdad de género y empoderamiento de la mujer, celebrada en marzo de 2024.
Entre sus numerosas conferencias destacan la Primera Cumbre Internacional de los Derechos Humanos, CSW68 ONU NYC, What a Woman México (2022, 2023 y 2024), Women Fest Morelia 2023, EBC, Colegio de Imagen Pública, Somos Pride MX, Uber México y eventos organizados por instituciones como la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Salud y la Secretaría de Igualdad e Inclusión.
Además, ha colaborado con fundaciones como Fundación Cima, Fundación Casa de la Sal, Fundación Casa de las Mercedes, Kybernus, Teletón, La Cana y FOCUS en Stanford, para promover el emprendimiento social.
La trayectoria de Andrea es un testimonio de su compromiso inquebrantable con la justicia social y su dedicación a la promoción de una sociedad más equitativa y conscienteDespués de investigar sobre el tema aprendí que practicar sexo digital no tiene por qué ser motivo de preocupación si sabes hacerlo bien, si sabes cuidarte a ti y a la persona con la que lo estás haciendo.
En este sentido, si bien la tecnología se ha fusionado con la sexualidad de una forma imprevisible y sin precedentes, lo cierto es que a la par ha evolucionado la forma en la que entendemos los conceptos de privacidad y consentimiento.Antes nadie tenía que pensar en dar o tener el consentimiento de alguien para hacer videollamadas íntimas, tener nudes de otra persona en su celular y/o proteger sus fotos en la nube, porque simplemente no existía nada de eso. Apenas hace unos pocos años se inventó el internet (hace 35 años) y las redes sociales (Facebook, hace 20 años;Instagram hace 14 años).
Tener sexo de forma digital es una actividad relativamente reciente, por lo que podemos encontrar tanto nuevas oportunidades para conectar como nunca y hasta donde nunca habíamos pensado, como también desafíos sobre cómo proteger nuestra intimidad, privacidad y respetar la de los demás.
Al respecto, se han implementado diversas regulaciones que buscan no sólo proteger al usuario que crea y/o envía su contenido íntimo, sino también al usuario que lo recibe.
Por lo anterior, considero que conocer las reglas del juego te hace mejor jugador, te permite disfrutar lo que estás haciendo sin preocupaciones y sin tanto riesgo de cometer errores.
Uno de los primeros pasos para conocer bien las reglas del juego es entender bien el concepto que rige dichas reglas. En este caso, es entender qué es el cibererotismo. Al respecto, el sexting, mandar nudes, tener videollamadas eróticas, consumir o crear contenido en páginas de internet para adultos, usar aplicaciones diseñadas para encuentros sexuales virtuales y hasta el uso de juguetes sexuales conectados a internet, todo eso es “cibererotismo”.
Los 3 pilares
En este sentido, las reglas que le aplican al cibererotismo están sostenidas prácticamente por 3 pilares:
1. Privacidad.
2. Consentimiento.
3. Seguridad.
Privacidad:
En materia de privacidad, la regulación atiende a proteger los datos personales y confidenciales de los usuarios. Por ejemplo, en México tenemos la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares.Dicha ley regula el manejo de datos personales y establecen derechos para proteger la privacidad de los usuarios, incluyendo la obligación a las plataformas de obtener el consentimiento de sus usuarios para el tratamiento de datos personales y garantizar la seguridad de estos datos.
Consentimiento:
En relación con el consentimiento, se ha regulado como delito la violación a la intimidad sexual por medio de la distribución, divulgación, o publicación de imágenes, videos o audios de carácter íntimo sexual. Lo anterior en México se reguló con la Ley Olimpia, que, como tal, en realidad no es una ley, sino un conjunto de reformas legislativas al Código Penal Federal, a los Códigos Penales de varios Estados y la Ciudad de México, a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y a la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares.
Seguridad:
En materia de seguridad, podemos encontrar en nuestro Código Penal Federal varias disposiciones para sancionar el acoso sexual a través de medios digitales.
Sin embargo, a menos que seas abogado, conocer el detalle de cada norma aplicable al cibererotismo es una solución efectiva pero poco práctica, además de que escapa del alcance del presente artículo. Por ello, en su lugar, te daré algunos consejos prácticos de cómo puedes vivir tu sexualidad en el mundo digital de manera segura.
Vamos con acciones...
La primera acción es entender que el consentimiento debe ser claro, explícito, continuo, revocable, específico, voluntario e informado.
- De primera mano, pareciera que tenemos que hacernos muchas preguntas antes de poder saber si tenemos el consentimiento de una persona, pero no es así. Entender cómo debe ser el consentimiento es como aprender a andar en bicicleta: lo que bien se aprende, no se olvida. Es algo muy práctico y lógico.
- Por ejemplo, que el consentimiento sea claro significa que debe ser inequívoco, sin lugar a dudas. Por lo tanto, si tienes dudas sobre si alguien te dio su consentimiento o no, probablemente sea mejor preguntar.
La segunda acción, que puedes realizar es aprovechar que es una interacción digital, por medio de la cual puedes obtener confirmaciones verbales grabadas o escritas que establezcan una comunicación clara y un consentimiento explícito.
- No estoy sugiriendo que te pongas como la policía a decirle a tu ligue “A ver, escríbeme tu consentimiento, mándame una foto con tu firma y una nota de voz aprobando esta interacción, marca gato # cuando hayas terminado"… ¡Pues no! Puedes erotizar el consentimiento también, hacerlo parte del ligue. Por ejemplo, mandar una nota de voz con un tono sexy que diga “dime que lo deseas”o mandar un mensaje coqueto con una selfie que diga “¿no te atreves a decirme lo que quieres que te haga?”UFFF UFFF…!!! Coqueto, al punto y te libraste de problemas sin romper el mood.
- Estos son solamente algunos ejemplos. El punto es ser creativo, no sólo en lo que escribes, sino en los mecanismos de seguridad que puedes establecer para asegurarte que durante todo el tiempo esa interacción es segura y consentida. Piensa por ejemplo en las palabras clave de seguridad. Puedes pactar con tu amistad que si alguno dice “velvet” significa que se quiere detener la interacción o una acción en concreto. Es hacer el juego suyo, poner sus propias reglas; eso incluso lo hace más divertido, personalizado e íntimo. Es como decir “nosotros tenemos nuestras claves, nuestras reglas” incluso le da un toque de complicidad muy interesante a las interacciones.
La tercera acción, va en relación con cuidar tu intimidad y tu privacidad. Recuerda que la mayoría de la protección de datos (de tu celular, de la nube, de las aplicaciones o páginas de internet), es preconfigurada, por lo que es mejor que te metas a la configuración de tu celular y aplicaciones para proteger mejor el uso y acceso a tu información.
La cuarta acción que te recomendaría es tener interacciones digitales con perfiles verificados y evites compartir información sensible por medios digitales (entiéndase por información sensible por ejemplo tu dirección, teléfono, etc.).
La quinta acción es evitar hackeos. Para ello es muy recomendable usar contraseñas seguras, fuertes y únicas. Si puedes, activa la autenticación de dos factores de las aplicaciones y dispositivos que lo permitan.
Específicamente en relación con las nudes o envío de contenido íntimos, te recomiendo estos tips para proteger tu contenido íntimo:
1. Usar aplicaciones encriptadas.
2. Desactivar los datos Exif(estos datos contienen ubicación, hora, fecha y descripción de tu foto que se almacenan en el teléfono y tablet, haciendo tu foto identificable).
3. Desactivar tu geolocalización y sincronizaciones con Google drive, Dropbox y iCloud.
4. Asegúrate de que no aparezca tu cara o marcas que te puedan identificar como lunares específicos, tatuajes etc.
5. Usa fondos no identificables (evita que salga la cabecera de tu cuarto o cosas que te puedan identificar).
6. Borra el contenido íntimo que envíes y recibas al momento.
7. Ponle marca de agua a la foto que envíes con el nombre del receptor; así en caso de que se difunda tu foto será más fácil rastrear a la persona responsable y desincentiva que se use tu imagen para otros fines.
8. Recopila y ten a la mano todos los datos que podrían llegar a ser útiles como prueba(mensajes, links etc.). No borres nada que podría servir como medio de prueba en caso de que se difunda tu contenido.
Estas acciones se traducen en la protección de nuestros derechos y en el ejercicio de nuestras obligaciones cuando interactuamos en el mundo erótico digital.
Al respecto, nosotros como usuarios tenemos derechos específicos que podemos ejercer en el contexto del cibererotismo, como, por ejemplo, el derecho a la protección de datos personales e imágenes íntimas, el control sobre la divulgación de contenido íntimo, la protección contra el acoso y explotación digital, el acceso a la información clara sobre el manejo de datos personales, entre otros.
Y así como tenemos esos derechos, también el cibererotismo nos impone nuevas obligaciones al interactuar eróticamente en la red o de manera digital. Por ejemplo, tenemos la obligación de no compartir el contenido íntimo de otra persona sin su consentimiento, respetar la confidencialidad de los datos personales de los demás, no presionar ni coaccionar a otras personas para que nos compartan su contenido íntimo e incluso informar o denunciar, según sea el caso, sobre la distribución no consentida de contenido íntimo y otros comportamientos ilegales.
Vamos cerrando...
En conclusión, el cibererotismo no es solo una tendencia tecnológica, sino una oportunidad poderosa para explorar y expresar nuestra sexualidad de manera segura y consensuada. Cuando se practica con respeto y responsabilidad, el cibererotismo puede ser una herramienta increíble para el empoderamiento sexual y la autoexploración.
Por lo tanto, es importante no solamente informarnos y aprender de estos temas, sino también entender la lógica detrás de estas regulaciones tecnológicas para poder avanzar lo más a la par posible e incluso de forma preventiva, y no reactiva, como ha ocurrido en los últimos años.
Te invito a reflexionar:
¿cómo podemos asegurar que nuestras interacciones digitales sigan siendo seguras y respetuosas hacia el futuro?
¿Qué podemos practicar hoy en nuestras interacciones para evolucionar nuestro entendimiento del consentimiento y la privacidad al ritmo que evoluciona la tecnología?
Lo anterior es relevante pues, en un mundo donde todo es digital y la privacidad es clave, el verdadero poder está en hacer de cada click una decisión consciente que refleje nuestro respeto y honra hacia los demás.
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