Por: Maria Andrea
Es un regalo divino que tengamos la capacidad de experimentar tanto placer con el cuerpo y también es como un truco escondido para muchísimas personas, por el tabú y el puritanismo, tras siglos de represión y colonialismo.
El tantra es una manera de conectar con algo más allá de nuestra propia vida, de sostener estados alterados y expansivos de consciencia, de mover energía, de aprovechar la energía vital, creativa, sexual, prana o chi, como quieran llamarle, es la misma que tenemos capacidad de cultivar, alimentar, mover e invertir intencionalmente. El mundo del éxtasis es sensorial, no es sensual. Es como comerse un mango en bocaditos, disfrutando cada parte. No hay un objetivo más que el éxtasis que se vive en el camino.
Advierto que mi aproximación no es teórica, académica ni formal; sino bastante empírica, apoyada en algunos textos, prácticas y filosofías que me resuenan.
Maria Andrea Es una artista y activista mexicana, actriz, cantante, performer y escritora, fundadora de la plataforma de acción y co-creación Caldero, host del podcast Entre Tus Piernas y autora de el audiolibro La Pieza Clave. Durante los últimos años, se ha enfocado en el proceso de transformación y regeneración del vínculo entre cuerpo y espíritu, cultura y naturaleza, a través de las experiencias inmersivas, tantra, tao, coaching de integración, ciencias sociales, magia y rituales, en pláticas, talleres, creación de contenido digital, sesiones individuales y de pareja, facilitando experiencias, acompañamiento y creación de piezas performáticas.
PRIMERO LO PRIMERO
Tantra es una rama o tipo de yoga, significa “el arte continuo de entretejer” y tiene muchas vertientes. Yoga, a su vez, viene de “unión”, la práctica y disciplina de unir cuerpo, mente y espíritu. Hay muchas corrientes modernas del tantra que se han influenciado por roles de género, visiones sexistas y represivas de las religiones Abrahámicas, incluso en Asia. O por jerarquías y el logocentrismo patriarcal, que parecen darle más peso a la teoría o a la aprobación externa de un linaje con reputación, que a la práctica en sí, y se vuelven trabas importantes complicando y alejándonos del potencial y poder que tiene el tantra: el arte continuo de entretejer. Lo opuesto a separar.
Hay otras visiones que en mi perspectiva comparten el campo, como kundalinique es una corriente más nueva, o la sexualidad taoísta, que es más antigua. Voy a saltarme la parte de explicar sus similitudes y diferencias, porque a fin de cuentas, cada persona y cada momento es único. Sí hay herramientas y prácticas que podemos tener para hacerlo más fácil, y es en lo que me quiero enfocar en este artículo. Las habilidades que vamos adquiriendo se vuelven un abanico de posibilidades a la hora de hacer el amor con nosotres mismes y con otras personas.
Si practicas Yoga, Qi Gong, Tai Chi o algo similar, es probable es que ya te hayas familiarizado con el movimiento energético que sucede dentro de tu cuerpo con la respiración y atención que son la base para el sexo tántrico.
Así como quienes practican box, hacen cientos de abdominales diario para no tener que pensar en poner duro el abdomen durante una pelea, las prácticas que unen mente, cuerpo y espíritu con la atención, respiración y movimiento, van afianzando esas herramientas para no tener que pensarlas en el momento, y solo dejar que sucedan.
En el mundo occidental hemos separado la sexualidad del resto de las áreas de la vida. Como si los genitales estuvieran separados del resto del cuerpo u ocuparan un lugar distinto. Como si la sexualidad viviera en los genitales, y la práctica de tantra, no es algo exclusivamente genital o coital. Tenemos un cuerpo gracias a la sexualidad.
Cuando respiramos, comemos, bailamos, dormimos, o lo que sea, donde sea, implica estar presentes en el cuerpo,sintiendo y disfrutando todo, habitar las emociones que lleguen, honrar cada intercambio en la danza del todo, entre adentro y afuera, entre yo y la totalidad.
RESPIRACIÓN Y SONIDO
La respiración es clave en todo esto. Respiraciones profundas, por nariz y boca. Exhalar con sonido, sentir la vibración del cuerpo que se extiende por la cara, cuello, pecho y abdomen viajando a todos lados en la relajación y el soltar.
El primer ejercicio que les propongo y lo primero que veo con mis clientes es esto: respirar y sonar. Ese es el cimiento y se mantiene presente durante toda la experiencia. A muchas personas se les dificulta, aunque parezca básico porque sabemos hacerlo desde que nacemos, es cuestion de práctica y paciencia recordar cómo hacerlo. Cuando dejamos de respirar y permitir que salga el sonido, frenamos el alcance que tenemos y el mundo de sensaciones que podemos despertar.
☆El ejercicio va así:
- Inhala profundo por la nariz llevando el aire hasta la cadera y en todo el tórax sin subir los hombros, y exhala lento. Después de algunas respiraciones, suspira con un ligero sonido al exhalar y siente las vibraciones. Si estás con alguien más, véanse a los ojos mientras lo hacen y enfoquense en el sonido de la respiración, las sensaciones físicas que le acompañan.
- Luego, cambiamos el patrón de la respiración un poco: inhalar profundo, sostener la respiración unos segundos apretando ano, periné, suelo pélvico, exhalar y soltar con sonido. Es como tener una fogata dentro del bajo vientre y alimentarlo con aire, sentir cómo se expande y recorre. Es normal sentir hormigueos, calor o que lleguen emociones que no esperabas. Siéntelo y respira, no hagas historias en tu cabeza, solo permite el paso de la sensación y deja que tu cuerpo se mueva y responda como lo sientas. Puedes irte tocando o a tu pareja por todo el cuerpo mientras lo hacen. Cuello, cabello, cara, boca, hombros, brazos, espalda, caricias, uñas, pecho, pezones, abdomen, manos, piernas, pies. Procura sentir y erotizar todo el cuerpo. No toques los genitales todavía.
- Si estás por tu cuenta, coloca la punta de la lengua en el paladar superior, detrás de los dientes donde empieza a subir después de lo planito y arrugado. Si estás con otra persona solo abre un poco la boca y suelta la mandíbula y la lengua. Esto cambia por dónde circula la energía dentro de tu cuerpo, si haces un circuito cerrado cuando pones la lengua en el paladar o la dejas abierta viendo a los ojos a la persona de enfrente para unir sus canales energéticos.
- Ya que nos acostumbramos a la dinámica de inhalar, apretar, exhalar, relajar y si quieres, de vez en cuando, quedarte habitando el vacío antes de inhalar otra vez, lo vamos haciendo más rápido y cuando lo sientas (para mi es después de dos o tres minutos de estarlo haciendo más rápido o intenso) sostienes una última vez cuando inhalas y te has llenado por completo, sostienes lo más que puedas y exhalas con la lengua afuera y llevando la cabeza hacia atrás.
(Yo ahí siempre me orgasmeo. Me encantaría que me compartas tus sensaciones cuando lo intentes.)
EN PAREJA
Dentro de nuestro cuerpo hay una corriente de energía que va y viene en ambas direcciones desde la base de la columna hasta la coronilla, por delante y por detrás, se abre en nuestra boca entre la lengua y el paladar y la abrimos o cerramos a voluntad. La medicina tradicional china llama “meridianos” a estos circuitos. Hay algo muy poderoso de juntar los cuerpos.
Intención y atención. Hacer un ritual de inicio, cambia la configuración del encuentro. No es lo mismo si empieza de la nada, a poner la disposición avisando y actuando con todas las dimensiones de nuestro ser en conjunto (cuerpo, mente, espíritu) para emprender un camino profundo. Les recomiendo prender una vela o un incienso, invitando al fuego a que nos inspire y guíe.
Permiso y consentimiento. De frente a tu pareja, en una posición cómoda (a mi me gusta más sentarnos en la cama, pero se pueden parar o acostar) véanse a los ojos, respirando al mismo tiempo. Puede ser que inhalen y exhalen a la vez o que una persona inhale mientras la otra exhala. Coloquen una mano en el centro del pecho de la otra persona, y la otra mano rodeando por la espalda al otro lado del corazón o en su propio vientre debajo del ombligo. Junten las frentes y después de unos momentos, en silencio o en voz alta, dénse la oportunidad de honrar a la persona que tienen enfrente,pidan permiso de entrar a lo más profundo de su ser, y denle permiso a su pareja de hacer lo mismo.
Comiencen a besarse, tocarse y hacer lo que sientan, involucren TODO el cuerpo, la respiración, el sonido. Mientras más sentidos estén involucrados en el erotismo, más les ayuda el cuerpo a estar presentes. Eviten ir por los guiones habituales o de lo que han visto o lo que les digan sus expectativas, el cuerpo sabe más y se los comunica con las sensaciones presentes.
El sexo tántrico no es solemne, es encontrar lo sagrado en lo mundano, es juego, es impermanente y en constante cambio. Si la mente divaga, tráela al presente con la respiración. No hay un objetivo fijo. No se trata de mantener erecciones por horas continuas ni de tener coito interminable. Es el camino, activamente rendirnos en el placer, dejar que la vida nos penetre.
1. No se pierdan en el pico del orgasmo, hay mucho más que eso, antes y después. No hay prisa, pueden parar y retomar cuando gusten.
2. El orgasmo, más que un pico, se vuelve una ola que podemos surfear con la respiración y vienen más olas sobre las que nos podemos ir montando. Después de terminar, en el momento que decidan, porque no hay objetivo más que la experiencia en sí, quédense el mayor tiempo posible disfrutando las sensaciones que quedan en el cuerpo con caricias, miradas, besos, plática, etc. Eviten hacer otra cosa inmediatamente después, como irse a limpiar o ver el celular. Calma.
3. La penetración no es necesaria para practicar el sexo tántrico. Por eso no hay ninguna presión ni expectativa sobre la erección ni la eyaculación, y se puede hacer en pareja sin importar qué genitales tengan.
4. Si sentimos que se avecina el orgasmo, no es necesario buscarlo, ni cambiar el ritmo o la posición en la que estamos, solo seguir respirando y permitirnos descubrir lo que viene cuando soltamos el control.
5. Cada experiencia es única e irrepetible. Disfruta sin juicio. Suelta las expectativas y las comparaciones. ¿Cómo se siente en tu cuerpo?
Agradezco a la vida por darnos la oportunidad de vivir en éxtasis. Y por darnos la elección: ¿qué tanto quieres disfrutar tu vida?
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