Aún con todos los avances que hemos logrado en temas de sexualidad libre, abierta e incluyente, todavía existen convenciones que nos dictan de una manera bastante acartonada la forma en que debemos vivirla. Por lo general, resulta casi imposible salirse de la norma porque hay una serie de tabúes, de prejuicios y un guion aburrido escrito por un tipo sin imaginación que nos invita a negar cualquier interés en algo que se distancié del sexo convencional.
El BDSM (Bondage y Disciplina, Dominación y Sumisión, Sadismo y Masoquismo) incluye una amplia gama de prácticas eróticas no convencionales en las que hay un intercambio consensuado de poder. Lo que en palabras más simples quiere decir, que todo lo que se hará en el juego ha sido acordado y delimitado previamente entre adultos. Aunque los látigos, mordazas, y esposas, sean la parafernalia más conocida de este mundo; el BDSM es como una dulcería gigante con golosinas de sabores que desconocías.
Por: Carla Lamoyi alias “Dómina Leo"
Carla Lamoyi alias “Dómina Leo" es una practicante Switch, a veces una Dómina sádica y juguetona, a veces una bottom masoquista amante de las cuerdas y de las agujas. Lleva alrededor de tres años siendo parte de la comunidad y aunque es poco, considera que el BDSM es su estilo de vida, un componente vital para ella y su vía para construir relaciones. A veces hace performances en eventos, a veces modela por gusto, y parte de su tiempo lo dedica a dar charlas educativas sobre el BDSM, con el objetivo de disminuir los prejuicios que hay sobre estas prácticas en México. En su vida vainilla, es artista visual, editora y escritora. Entre sus actividades edita libros, realiza investigaciones y escribe textos relacionados a los procesos colectivos de memoria, la práctica artística, el erotismo, la sexualidad disidente, el cuerpo como espacio de resistencia y la historia de lucha feminista en México, que han sido publicados en distintos medios digitales e impresos nacionales e internacionales.
Inicios de mi travesía
Llevo alrededor de tres años siendo una practicante férrea que ha experimentado tanto el rol Dominante y las prácticas sádicas, como el rol Sumiso y el masoquismo, y a medida que voy navegando por este universo he aprendido cosas nuevas que me desafían y me destantean, pero que también que me llenan de emoción y felicidad.
Aprendí que cada quien lleva su vida BDSM de la manera que le es posible, algunos la viven en su día a día construyendo dinámicas de Dominación/sumisión con componentes casi espirituales, otras lo vuelven su profesión y su fuente de ingresos, otras juegan muy de vez en cuando y no hablan de esto abiertamente, y otras más, prefieren realizar estas prácticas únicamente en la cama. Descubrí que el placer es un espectro y que no todo es sexual, el BDSM en algunas ocasiones te ayuda a relajarte, a liberar tensiones, a descubrir de que es capaz tu cuerpo, y apreciarlo más. Cualquiera que sea la manera en que le quieras entrar a estas prácticas, te recomiendo que lo hagas con curiosidad, disposición, paciencia y autocrítica.
Estas son algunas de las cosas que me hubiera gustado saber antes de empezar mi travesía:
1.Te vas a equivocar, a veces las cosas salen mal.
La comunicación es vital en las prácticas BDSM, puede que al inicio no sepas cómo comunicarte o que tardes en procesar los sucesos, pero saber negociar, consensuar, usar los instrumentos, las palabras de seguridad y ser asertivo, son habilidades que se adquieren con el tiempo.
Para ello, hay una serie de protocolos que guían toda actividad de riesgo, con el objetivo de asegurar el bienestar y el placer de las personas involucras. El más común es SSC: Seguro, Sensato y Consensuado. Pero es importante que sepas que aunque se minimicen riesgos a veces las cosas salen mal, por más que sepas hacer una práctica todos los cuerpos y cabezas son diferentes y las reacciones son distintas.
2. La comunidad BDSM en México es pequeña, pero vale la pena acercarse.
Para muchas personas kinky es difícil encontrar con quién compartir sus gustos. La manera más fácil de lograrlo es ir a los talleres y las fiestas ocasionales que organizan algunos colectivos y grupos para que las personas de la comunidad te vayan conociendo y ubicando. Es importante acercarse a la comunidad para poder compartir experiencias, y conocer personas que te puedan guiar en las prácticas para saber si algo se está saliendo de control. Estos son algunos de los espacios BDSM que te recomiendo:
3. Dentro de las comunidades BDSM no deja de haber machismos, ni dinámicas de poder no consensuadas.
Es usual pensar que porque los principios básicos del BDSM son el consenso, el respeto y la comunicación, este se vuelve un espacio libre de violencia, una burbuja utópica dentro la compleja sociedad en la que vivimos. Sin embargo, esto es completamente falso, algunas personas entran al BDSM buscando escudar sus violencias bajo las prácticas de intercambio de poder.
Las dinámicas machistas es algo muy común y algunas veces son exacerbadas por la figura del Dominante. En mi experiencia hay que tener cuidado y buscar personas que realmente estén interesadas en aprender y en construir relaciones sanas bajo estas dinámicas, algunas veces van a querer pasar tus límites, o manipularte para hacer algo que realmente no quieres. Por esta razón es importante que cuando conozcas a alguien nuevo para jugar tengas protocolos de seguridad.
4. Vas a tardar un tiempo en descubrir tu rol y las prácticas que te gustan.
Ciertas curiosidadeshacen que te quieras adentrar en el BDSM: las ganas de que te aten, de que te azote o de nalguear a alguien. Puedes claro que quieres probar la Dominación o la Sumisión, o los dos roles, pero a medida que vas experimentando vas a descubrir cosas que no sabías que te gustaban, y a veces te va a aterrar este nuevo descubrimiento. Es importante que sepas que se vale cambiar, que no tienes que casarte con ningún rol, ni cumplir la expectativa de otros. El BDSM es un espacio donde todo se puede, mientras sea placentero, consensuado y no se dañe a nadie.
5. Las conexiones que haces con las personas que juegas son únicas, y algunas veces pueden ser muy intensas.
La capacidad de comunicación, de crear confianza y la empatía son unos de los valores más deseados en las personas que practican BDSM. Por esta razón, cuando encuentras a alguien con estas características y empiezas a jugar se crea un nivel de confianza muy alto, ya que incluso algunas veces tu vida está literalmente en sus manos (por ejemplo; en juegos de asfixia o cuando te inmovilizan completamente).
Durante las sesiones BDSM se libera una serie de hormonas que hacen que sea mucho más fácil y rápido enamorarse, por lo cual es importante que sepas que estas emociones son comunes y que hay que dejar que se calmen. Si en algún momento decides empezar una relación de Dominación/sumisión (D/s), tienes que estar consciente de que se crean dependencias emocionales intencionales, y que una ruptura en este tipo de relación muchas veces es mucho más doloroso que terminar una relación vainilla (pareja convencional).
Algunas de las precauciones que te recomiendo tomar si empiezas a explorar este mundo de placeres
- Investigar en fuentes confiables (libros, foros, otras personas) las prácticas que te interesan y asistir a talleres o cursos en la medida de lo posible.
- Buscar personas con los mismos gustos para intercambiar experiencias. Conocer previamente en un café o lugar público a la persona con la que vas a jugar.
- Crear protocolos propios de seguridad que incluyen tener un contacto de emergencia, es decir, alguien que sepa con quién estás, en dónde estás y qué estás haciendo.
- Saber que siempre y en cualquier momento puedes retirar tu consenso; decir que no, aunque previamente hayas dicho que sí.
Lo más importante es que si le entras al BDSM, lo hagas porque te gusta, es tu deseo y porque quieres ampliar los espectros de tu placer.
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