Y en la poesía...¿se habla de eros?
Estar con alguien a quien tienes un deseo incontrolable por tener, en ocasiones es posible, claro esta, si llegas a ese momento de seducción sin necesidad del roce puede convertirse una sesión inolvidable porque no solo de los sexos vive el ser humano, sino del preámbulo a dar. Decirle por ejemplo al oído, palabras mientras el ambiente del cuarto se encrespa, los olores se matizan o quizás la música que se va poniendo a disposición marca todo lo necesario para complacerse en un principio con miradas, casi desvestirse sin tocarse o ver como el otro se autocomplace sin necesidad de ningún ayuda.
En la poesía he hallado fragmentos en distintos que te harán por lo menos sentir y pensar, un poco de lo que unas palabras pueden llegar a desatar, ya que de ver un cuerpo que te excita es cadena de tantas cosas.
MIRÁNDOLA DORMIR
Mañana me dirás que miraste la noche, que miraste su cuerpo: extraño y sometido, curiosidad antigua con dos senos que vibran.
Mañana me dirás que no existe el mañana...
Mañana me dirás lo que no sabes, lo que has visto vivir en otros pechos, la pareja que se lleva el amor a los rincones y esconde el amor bajo los puentes.
Homero Aridjis
LA MUJER DEL CUADRO
Desnuda, la ropa que te acabas de quitar ya no reaparece en tus ojos, tu mirada y tu voz entonces también se quedan desnudas.
…te quedas desnuda, y por tu desnudez pasan los templos antiguos, las oraciones, las heridas de guerra y los cánticos de guerra, los mares lejanos y también la vida posible en otros planetas.
Ya tu cuerpo comprende lo que significa ser tu cuerpo, lo que significa que tú seas él; tu cuerpo extendido a lo largo de tu amor, a lo largo de tu alma, y todos los barcos que zarpan de tu corazón llevan ahora las luces apagadas.
Ya te has probado en ti y un hombre no es el extraño invasor que conocías, el esposo prudente, el hombrecito que cariñosamente te mataba un momento por unas cuantas caricias, por unas cuantas monedas.
José Carlos Becerra
BESOS
Besaré tus ojos más grande que tú toda
y que tú y yo juntos y la vida y la muerte
del color de la tersura
de mirada asombrosa cómo encontrarse en la
calle con uno mismo
...besaré tus pechos globos de ternura
besaré sobre todo tus pechos más tibios
que la convalecencia
más verdaderas que el rato y la que la soledad
y que pesan en el hueco de mi mano como la evidencia
en la mente del sabio
tus pechos pesados fluidos tus pechos de mercurio solar
tus pechos anchos como un paisaje escogido
definitivamente...
...besaré tus pezones de milagro y dulces alfileres
que son la punta donde de pronto acaba ciertamente
la fuerza de la vida y sus veneraciones
...besaré mil veces tus pechos que pesan como imanes
y cuando los aprieto se desparraman como el sol en los trigales
tus pechos de luz materializada y de sangre dulcificada
generosos como la alegría de aceptar la tristeza
tus pechos donde todo se resuelve
donde acaba la guerra la duda la tortura
y las ganas de morirse...
...besaré tus muslos de catedral
de pinos matinales
practicables como los postigos que se abren sobre lo desconocido
tus muslos para ser acariciados como un recuerdo pensativo
tersos como un arco que nunca se disipará
tus muslos cuya línea representa la cueva del curso de los tiempos...
besaré tu sexo terrible
oscuro como un signo cuyo nombre no puede decirse sin tartamudear
como una cruz que marca el centro de los centros
tu sexo de sal negra
de flor nacida antes que el tiempo
delicado y perverso como el interior de las caracolas
más profundo que el color rojo
...tu sexo de dulce infierno vegetal
emocionante como perder el sentido
abierto como la semilla del mundo
tu sexi de perdón para el culpable sollozante
de disolución de la amargura y de mar hospitalario
y de luz enterrada y de conocimiento...
...tu sexo triángulo sagrado besaré
besaré besaré
hasta hacer que toda tú te enciendas
como un faro de papel que flota locamente en la noche
Tomás Segovia